El microbioma intestinal, compuesto por billones de bacterias y microorganismos, ha sido objeto de estudio en humanos durante décadas. Recientemente, los expertos en veterinaria y comportamiento animal han comenzado a investigar si estas bacterias también pueden incidir en la conducta de los perros, desde la ansiedad hasta la sociabilidad y la respuesta al estrés.

Qué es el microbioma intestinal y por qué importa

El microbioma intestinal de los perros se forma desde los primeros días de vida y se ve influenciado por la alimentación, el entorno y la genética. Este ecosistema no solo interviene en la digestión y absorción de nutrientes, sino que también produce neurotransmisores y compuestos químicos que pueden comunicarse con el cerebro a través del eje intestino-cerebro.

Entre los microorganismos más estudiados se encuentran bacterias de los géneros Lactobacillus y Bifidobacterium, que en humanos están asociadas con la reducción de la ansiedad y la mejora del estado de ánimo. Los investigadores ahora buscan identificar si efectos similares ocurren en perros.

Evidencia científica sobre la influencia en el comportamiento canino

Algunos estudios recientes sugieren que alteraciones en la flora intestinal pueden estar vinculadas a cambios en la conducta de los perros. Entre los hallazgos más relevantes se incluyen:

• Ansiedad y estrés: perros con microbioma menos diverso tienden a mostrar comportamientos ansiosos, como ladridos excesivos, agresividad o conductas compulsivas.
• Sociabilidad: ciertos perfiles bacterianos se han asociado con perros más abiertos y receptivos a la interacción con humanos y otros animales.
• Respuesta al aprendizaje: algunos estudios indican que la composición intestinal podría influir en la capacidad de los perros para aprender comandos y adaptarse a nuevas rutinas.

Aunque los resultados son prometedores, los expertos señalan que la relación causa-efecto todavía no está completamente establecida y que se requieren más investigaciones controladas para determinar cómo manipular el microbioma puede modificar el comportamiento.

Factores que afectan el microbioma de los perros

El equilibrio bacteriano en los perros puede verse alterado por diversos factores:

• Alimentación: dietas ricas en proteínas y fibras específicas favorecen bacterias beneficiosas, mientras que alimentos ultraprocesados pueden reducir la diversidad microbiana.
• Antibióticos y medicamentos: tratamientos prolongados pueden alterar la flora intestinal y, según algunos estudios preliminares, generar cambios temporales en el comportamiento.
• Estrés y ambiente: perros expuestos a situaciones estresantes o con falta de estimulación ambiental pueden mostrar alteraciones en la microbiota, reforzando la conexión intestino-cerebro.

Posibles aplicaciones prácticas

Entender la relación entre el microbioma intestinal y la conducta abre nuevas posibilidades en el cuidado de los perros:

• Dietas especializadas: incorporar prebióticos y probióticos para favorecer bacterias que puedan mejorar la calma y sociabilidad de las mascotas.
• Manejo del estrés: estrategias de enriquecimiento ambiental combinadas con ajustes en la alimentación podrían reducir comportamientos problemáticos.
• Prevención de enfermedades conductuales: la optimización de la flora intestinal podría formar parte de programas preventivos junto con adiestramiento y socialización.

Si bien aún se encuentra en etapa de investigación, la evidencia disponible sugiere que el microbioma intestinal tiene un papel importante en la conducta de los perros. A futuro, podría ser posible influir en la sociabilidad, el aprendizaje y la ansiedad de las mascotas a través de la alimentación y el manejo del entorno.

Los expertos coinciden en que, aunque no reemplaza la educación, socialización y cuidados veterinarios tradicionales, cuidar la salud intestinal de los perros podría convertirse en una herramienta clave para mejorar su bienestar integral y su relación con los humanos.