Coccidioidomicosis: la infección por hongos que aumenta en temporadas de calor
La coccidioidomicosis, también conocida como fiebre del Valle, es una infección causada por los hongos Coccidioides immitis y Coccidioides posadasii, presentes en suelos áridos de América. Durante temporadas de calor intenso, la enfermedad se propaga con mayor facilidad debido a las condiciones climáticas extremas, afectando cada vez a más personas en regiones endémicas y nuevas zonas.
¿Por qué está aumentando la fiebre del Valle?
Investigaciones recientes han relacionado el cambio climático con el incremento de casos de coccidioidomicosis. Entre los factores que favorecen la propagación del hongo destacan:
- Altas temperaturas y sequías que aumentan la concentración de esporas en el aire.
- Tormentas de polvo, que dispersan las esporas a grandes distancias.
- Incendios forestales, que alteran el ecosistema y facilitan el crecimiento del hongo en suelos removidos.
Un estudio publicado en Environment International confirmó que las variaciones en la temperatura y la precipitación están expandiendo las zonas donde el hongo puede crecer, lo que explica su aparición en áreas donde antes no se registraban casos.
Síntomas y personas en riesgo
La coccidioidomicosis se transmite al inhalar esporas del hongo presentes en el aire. En la mayoría de los casos, la infección se limita a los pulmones y puede confundirse con una gripe común. Los síntomas incluyen:
- Fiebre
- Tos seca
- Dolor en el pecho
- Fatiga
- Erupciones cutáneas
Sin embargo, en personas con sistemas inmunológicos debilitados, la enfermedad puede volverse crónica y extenderse a otros órganos, generando complicaciones graves.
Casos en América Latina
En Argentina, un estudio de la revista Medical Mycology reportó 100 casos de coccidioidomicosis entre 2010 y 2022, con una edad promedio de 41 años en los pacientes. La provincia de Catamarca concentró el 64% de los casos, aunque se ha observado una disminución en los últimos años.
Más de la mitad de los pacientes desarrollaron formas crónicas o diseminadas de la enfermedad, lo que resalta la necesidad de mejorar el diagnóstico temprano.
Cómo prevenir la coccidioidomicosis
Aunque no existe una vacuna para esta infección, la Clínica Cleveland recomienda seguir estas medidas para reducir el riesgo:
- Evita áreas con polvo suelto, especialmente en climas secos y calurosos.
- Permanece en interiores durante tormentas de polvo o vientos fuertes.
- Usa mascarillas en zonas de alto riesgo, como obras en construcción o áreas rurales secas.
- Coloca filtros de aire en tu hogar para reducir la exposición a esporas.
- Lava heridas y cortes con agua y jabón si has estado en contacto con tierra.
Dado el impacto del cambio climático (principalmente por el aire que respiramos) en la propagación de la enfermedad, es fundamental fortalecer las estrategias de detección y prevención en las regiones afectadas.
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