Los huevos son uno de los alimentos más consumidos en el mundo, apreciados por su versatilidad y aporte nutricional. Sin embargo, existe una duda frecuente entre los consumidores: ¿existe alguna diferencia entre los huevos de cáscara blanca y los de cáscara marrón? La elección entre uno y otro suele basarse en apariencia, precio o creencias populares, pero la ciencia aporta información precisa sobre lo que realmente los distingue y lo que no.

El color de la cáscara depende de la raza de la gallina

La principal diferencia entre los huevos blancos y marrones está relacionada con la raza de la gallina que los produce:

• Las gallinas de plumas blancas y lóbulos de oreja blancos tienden a poner huevos de cáscara blanca.
• Las gallinas de plumas rojas o marrón claro y lóbulos de oreja rojos suelen poner huevos de cáscara marrón.

El color de la cáscara no afecta la composición interna del huevo. La yema, la clara y la cáscara contienen los mismos nutrientes esenciales, independientemente del color.

Nutrientes y sabor: científicamente similares

Estudios científicos han demostrado que no hay diferencias significativas en el valor nutricional entre huevos blancos y marrones. Ambos tipos aportan:

• Proteínas de alta calidad, esenciales para el crecimiento y la reparación de tejidos.
• Grasas saludables, incluida la lecitina, que ayuda a la absorción de vitaminas.
• Vitaminas y minerales como vitamina D, B12, hierro y selenio.

Respecto al sabor, la mayoría de los expertos coinciden en que no existe diferencia perceptible. El sabor del huevo está influido principalmente por la alimentación de la gallina, su edad y las condiciones de almacenamiento, más que por el color de la cáscara.

Factores que sí pueden marcar la diferencia

Aunque el color de la cáscara no afecta directamente la calidad, otros factores sí influyen en la frescura, el sabor y el valor nutricional del huevo:

• Alimentación de la gallina: Una dieta rica en maíz, pasto y semillas puede producir yemas más amarillas o naranjas, con mayor contenido de carotenoides.
• Condiciones de crianza: Huevos de gallinas criadas en libertad o en sistemas ecológicos suelen tener un perfil de grasas más saludable y menos exposición a antibióticos.
• Edad del huevo: Los huevos frescos tienen clara más firme y yema más elevada, independientemente del color de la cáscara.

Por tanto, el tipo de alimentación y el manejo del ave son factores más relevantes que la cáscara para determinar la calidad del huevo.

Costos y percepciones del consumidor

En muchos países, los huevos de cáscara marrón suelen costar más que los blancos. Esto se debe a que las gallinas que los ponen son generalmente más grandes y consumen más alimento, lo que aumenta los costos de producción.

Además, existe la percepción popular de que los huevos marrones son “más naturales” o “más saludables”. La ciencia no respalda estas ideas: el color de la cáscara no determina el valor nutricional ni la calidad del huevo.

Mitos y verdades sobre la cáscara

• Mito: Los huevos marrones son más nutritivos que los blancos.
  Verdad: La nutrición es igual; depende de la alimentación y el manejo del ave.
• Mito: Los huevos blancos son más propensos a estar contaminados.
  Verdad: La seguridad alimentaria depende de la manipulación, almacenamiento y cocción, no del color de la cáscara.
• Mito: El color de la yema indica el valor nutricional.
  Verdad: El color de la yema refleja la dieta de la gallina, no la cantidad de proteínas o minerales.

Consejos para elegir huevos de calidad

Para obtener huevos nutritivos y seguros, más allá del color de la cáscara, conviene prestar atención a:

• Frescura: Prefiere huevos con fecha reciente y almacenamiento en refrigeración.
• Condiciones de crianza: Huevos de gallinas en libertad o alimentadas con dieta natural suelen tener mejor perfil nutricional.
• Manipulación y cocción: Lava los huevos si es necesario y cocina completamente para evitar riesgos de bacterias como Salmonella.

La ciencia confirma que el color de la cáscara no determina el sabor ni la calidad nutricional del huevo. Tanto los huevos blancos como los marrones ofrecen los mismos beneficios para la salud, y las diferencias que percibimos suelen deberse a la alimentación de la gallina y sus condiciones de crianza.

Elegir entre huevos blancos y marrones depende principalmente de preferencias personales, disponibilidad y precio, no de diferencias reales en nutrición o seguridad. Por ello, lo más importante es consumir huevos frescos, bien almacenados y provenientes de aves alimentadas de manera saludable, para aprovechar todos los nutrientes que este alimento esencial ofrece.