El eco de la Conquista sigue resonando cinco siglos después. En medio de nuevas declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, quien reconoció “el dolor” y “las injusticias” cometidas contra los pueblos originarios, especialistas e historiadores en México afirman que el gesto resulta insuficiente sin una disculpa formal.
El tema, reavivado tras las exigencias del expresidente Andrés Manuel López Obrador en 2019, vuelve a poner sobre la mesa una pregunta profunda: ¿puede el perdón sanar heridas coloniales que siguen abiertas?
“España tiene una deuda con este país”: la voz de los historiadores
Para el historiador José María Murià, el problema no es el pasado en sí, sino su continuidad. “Si la Conquista se hubiera acabado en 1550, a nadie le preocuparía. Pero la explotación y el racismo siguieron durante siglos”, afirmó.
Murià considera que la reciente declaración de Albares “no significa mayor cosa”, ya que evita abordar los 500 años de agresión y dominación hacia los pueblos indígenas.
“Prohibieron la esclavitud, pero crearon las encomiendas, que eran lo mismo. El resultado fue el exterminio”, sentenció.
El académico también recordó el papel humanitario de México hacia España:
“¿Por qué no agradecen los 50 mil refugiados españoles que México rescató del fascismo? Ese fue uno de los gestos diplomáticos más nobles de la historia”.
La mirada indígena: “el colonialismo sigue vivo”
Desde otra perspectiva, la socióloga Josefa Sánchez Contreras, originaria de San Miguel Chimalapa, Oaxaca, y docente en la Universidad de Granada, sostuvo que el perdón debe ir acompañado de acciones concretas.
“Es necesario que la monarquía española pida perdón, sobre todo ahora que el racismo y el colonialismo continúan bajo otras formas. España sigue beneficiándose de los recursos de nuestros territorios a través de empresas como Iberdrola y Gas Natural Fenosa”, denunció.
Sánchez Contreras subrayó que la colonización no terminó en el siglo XVI, sino que hoy se manifiesta en los megaproyectos extractivos y el despojo territorial que viven comunidades indígenas en México.
Un perdón que abra el diálogo y la reconciliación
El historiador David Vázquez, presidente del Colegio de San Luis, consideró que las palabras de Albares tienen “un sentido simbólico con impacto diplomático”, pero no equivalen a una disculpa formal.
“Este tipo de gestos pueden abrir un camino de entendimiento y reconciliación entre Estados, siempre y cuando vayan acompañados de políticas que reconozcan las heridas históricas”, señaló.
Vázquez también recordó que México tiene una deuda interna con sus pueblos originarios:
“Las comunidades indígenas siguen enfrentando desigualdad, marginación y falta de acceso a oportunidades. No basta con exigir disculpas a otros gobiernos; también debemos mirar hacia adentro”.
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