Mi abuela tenía un ritual sagrado: cada tarde, una taza de té con un palito de canela. “Es buena para todo”, decía con convicción. En aquel entonces, no le daba importancia. Hoy, gracias a la ciencia, entiendo por qué su costumbre era tan poderosa.
Estudios recientes confirman que la canela no solo es deliciosa: es un potente endulzante natural con beneficios que van desde mejorar la digestión hasta proteger el cerebro.
Canela: mucho más que un sabor dulce
La canela contiene compuestos como el cinamaldehído, con potentes propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Este compuesto ayuda a combatir el estrés oxidativo, uno de los principales factores que contribuyen a enfermedades crónicas y neurodegenerativas.
Según la Clínica Cleveland, la canela ayuda a equilibrar los niveles de azúcar en sangre, lo que beneficia no solo a personas con diabetes, sino también a quienes desean mantener su energía estable a lo largo del día.
Un aliado para tu intestino
Pero ahí no acaba la historia. La canela tiene propiedades antimicrobianas que combaten bacterias dañinas en el intestino. Sus extractos son capaces de atacar bacterias Gram-positivas y Gram-negativas, responsables de muchas infecciones digestivas.
Además, su efecto vasodilatador mejora la circulación, facilitando la digestión y ayudando a quienes padecen de problemas intestinales crónicos o inflamaciones.
¿Y la memoria? También se ve beneficiada
Uno de los hallazgos más interesantes proviene de estudios que relacionan el consumo de canela con mejoras en la memoria y la concentración.
El Dr. Brandon Crawford, neurólogo, destaca cómo el control de azúcar en sangre favorece la función cerebral, evitando altibajos que afectan la concentración.
Además, los antioxidantes de la canela protegen el cerebro del daño oxidativo, lo que puede prevenir enfermedades como el Alzheimer. En resumen, no es solo un endulzante: es un protector cerebral.
¿Cuál canela elegir?
No todas las canelas son iguales. La canela de Ceilán es considerada la más pura y segura para el consumo habitual. La canela casia, más común y económica, contiene cumarina, una sustancia que en grandes cantidades puede ser tóxica para el hígado.
Por eso, si piensas incluirla a diario en infusiones o recetas, lo mejor es optar por la versión de Ceilán.
Cómo integrarla a tu día
Puedes usar canela en polvo o en rama para endulzar té, café o incluso avena. También combina bien con frutas, granos enteros y mezclas saladas. Su sabor cálido y su versatilidad la hacen ideal para una dieta saludable.
Eso sí: todo en moderación. Aunque la canela tiene múltiples beneficios, el consumo debe ser equilibrado, especialmente si tienes condiciones médicas preexistentes.
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