La Unesco inauguró en Barcelona la tercera edición de la conferencia Mondiacult, un encuentro internacional que busca colocar a la cultura en el centro de las políticas públicas. Con la paz como telón de fondo y el futuro como horizonte, el evento reúne a más de 160 delegaciones ministeriales de todo el mundo, con la propuesta de incluir un Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) cultural en la agenda global posterior a 2030.

Cultura y paz en tiempos de conflicto

La inauguración estuvo marcada por un fuerte componente político. La delegación palestina recibió una ovación al ser presentada por el ministro de Cultura español, Ernest Urtasun, mientras que los discursos oficiales hicieron referencias directas a los conflictos en Gaza, Cisjordania y Ucrania.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, subrayó que la cultura “no puede ser neutral ni indiferente” ante lo que sucede en el mundo. Para reforzar su mensaje, leyó un poema del escritor palestino Marwan Markhoul, y destacó que la cultura debe ser un compromiso con la libertad, la dignidad, la memoria y la paz.

Por su parte, el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, se ofreció a que Cataluña sea sede de agencias de la ONU en el futuro. Además, advirtió contra retrocesos en los valores democráticos, al insistir en que “el mundo nos pertenece a todos y debemos gobernarlo entre todos”.

La cultura como garantía de humanidad

El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, definió la cultura como una “garantía de humanidad, diversidad e igualdad”, además de considerarla un instrumento político de transformación social. Para él, el Mondiacult debe ser el espacio que impulse la incorporación de un “culture goal” en la agenda de desarrollo internacional después de 2030.

La postura fue respaldada por el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, quien recordó que la cultura es un derecho humano fundamental, un motor de crecimiento justo y un pilar de la democracia. Subrayó que defender la cultura significa oponerse a la violencia y a la opresión: “Es defender la palabra frente a la fuerza bruta y la humanidad frente a la barbarie”.

La visión de la Unesco y la mirada hacia 2029

El subdirector general de Cultura de la Unesco, Ernesto Ottone, declaró que “en un mundo fracturado, la cultura se plantea como una palanca que permite reconstruir y confiar”. En ausencia de la directora general, Audrey Azoulay, Ottone anunció que la cuarta edición del Mondiacult se celebrará en Riad, Arabia Saudí, en 2029.

Ottone recalcó la necesidad de un multilateralismo cultural, donde la cooperación internacional se convierta en la base para garantizar el acceso equitativo a la cultura como bien público global.

El primer informe global sobre políticas culturales

En el marco de la conferencia, se presentó el primer Informe mundial de la Unesco sobre Políticas Culturales, con datos que reflejan tanto los avances como los desafíos en el sector.

Entre los hallazgos más relevantes destacan:

• La cultura genera el 3,39% del PIB mundial.
• Contribuye significativamente al empleo global.
• Existen grandes desigualdades en inversión, acceso y participación cultural entre países.
• Un 38% de los artistas encuestados afirmó que sus ingresos disminuyeron por la irrupción de la inteligencia artificial generativa.
• Solo el 9% de los creadores considera que sus derechos económicos y sociales están bien protegidos.

Estos datos ponen de relieve la urgencia de diseñar políticas que protejan a los trabajadores culturales en un contexto global marcado por la digitalización y la innovación tecnológica.

Cultura frente a la inteligencia artificial

Uno de los puntos más debatidos en la conferencia ha sido el impacto de la inteligencia artificial (IA) en la creación artística. Mientras algunos destacan su potencial como herramienta innovadora, muchos artistas denuncian una pérdida de ingresos y falta de regulación clara.

La Unesco propone que la cultura sea reconocida no solo como un motor económico, sino también como un ámbito en el que los derechos de los creadores deben ser garantizados frente a los desafíos tecnológicos.

El Mondiacult de la Unesco en Barcelona ha iniciado con un mensaje claro: la cultura es paz, memoria y compromiso con la humanidad. Más allá de su contribución económica, se presenta como un eje estratégico para enfrentar los retos del siglo XXI, desde los conflictos bélicos hasta la irrupción de nuevas tecnologías.

La propuesta de un ODS cultural post 2030 busca consolidar este papel en la agenda global, garantizando acceso, equidad y sostenibilidad. Si las promesas se transforman en acciones, el legado del Mondiacult no solo quedará en los discursos, sino en la construcción de un futuro donde la cultura sea reconocida como un derecho fundamental y una herramienta de transformación colectiva.