El favoritismo parental es un tema que ha sido debatido durante años, pero las investigaciones científicas recientes han proporcionado una perspectiva más clara y profunda sobre este fenómeno. Según un estudio publicado en el Psychological Bulletin, dirigido por el profesor Alexander Jensen de la Universidad Brigham Young (BYU), los padres tienden a mostrar un trato desigual hacia sus hijos, lo que puede tener efectos significativos en el bienestar emocional de los niños.
Factores que influyen en el favoritismo parental
A lo largo de este estudio, se analizó a 19,000 participantes de diferentes países para determinar qué factores hacen que algunos hijos reciban más atención que otros. Aunque parece ser un tema subjetivo, los hallazgos revelan patrones muy claros.
1. Las hijas son más favorecidas
El estudio determinó que las hijas, en general, son más propensas a recibir un trato preferencial, aunque, en muchos casos, ellas mismas no perciben este favoritismo. Las madres y padres tienden a sentirse más conectados con sus hijas debido a una variedad de razones que incluyen la proximidad emocional y la percepción de mayor madurez en las hijas respecto a los hijos varones.
2. El orden de nacimiento: los primogénitos tienen ventajas
Otro hallazgo interesante es que los hijos mayores, o primogénitos, suelen recibir un trato más favorable en términos de autonomía y confianza. Los padres tienden a verlos como más maduros, lo que les otorga más libertad y menos supervisión.
3. La personalidad: responsables y amables son los preferidos
La personalidad también juega un papel importante en el favoritismo. Los niños que se describen como responsables, organizados y amables tienden a recibir más atención y menos conflictos con sus padres. La razón es que estos niños suelen generar menos estrés y conflictos familiares.
¿Por qué los padres tienen hijos favoritos?
Aunque muchos padres se sienten culpables de mostrar favoritismo, no siempre es algo deliberado. Según el profesor Jensen, «los padres probablemente se conectan más fácilmente con un hijo que con otro debido a la personalidad, el orden de nacimiento o incluso intereses compartidos». Sin embargo, no todo es una cuestión de azar. Los padres, de forma inconsciente, tienden a acercarse más a los hijos que muestran ciertas características que facilitan la convivencia familiar.
Los peligros del favoritismo parental
El favoritismo parental no solo crea rivalidades entre los hermanos, sino que puede tener efectos más profundos en la salud mental de los niños. Los estudios han demostrado que los hijos que sienten que no reciben la misma atención que sus hermanos suelen experimentar un aumento en los problemas de salud mental, como ansiedad y depresión, y pueden tener dificultades en su rendimiento académico.
Además, los niños que perciben ser menos favorecidos tienen más probabilidades de desarrollar problemas en las relaciones interpersonales a medida que crecen, lo que podría influir negativamente en su vida adulta.
El impacto en el bienestar emocional
Los niños menos favorecidos suelen sentir que no cumplen con las expectativas de sus padres, lo que puede llevar a una baja autoestima y sentimientos de rechazo. Estos sentimientos pueden afectar la forma en que interactúan con los demás, tanto en la familia como en la escuela.
¿Cómo evitar el favoritismo parental?
Evitar el favoritismo parental no es tarea fácil, pero es fundamental para asegurar una relación sana y equilibrada con todos los hijos. Jensen recomienda que los padres presten atención a las reacciones de sus hijos cuando se sienten tratados de manera injusta. «A veces los padres se preocupan tanto por tratar a sus hijos por igual que pueden pasar por alto las necesidades individuales», explicó.
Consejos prácticos para evitar el favoritismo:
- Atención a las necesidades individuales: Cada hijo tiene necesidades diferentes, y los padres deben adaptarse a ellas.
- Fomentar la comunicación: Hablar con los hijos sobre cómo se sienten respecto a su trato en la familia puede ayudar a prevenir resentimientos.
- Pasar tiempo juntos: Disfrutar de actividades familiares y pasar tiempo juntos es crucial para fortalecer las relaciones y garantizar que cada hijo se sienta valorado.
Un equilibrio entre el amor y el trato justo
En última instancia, el favoritismo parental es un fenómeno complejo que puede tener efectos tanto positivos como negativos. Es importante que los padres reconozcan sus patrones de comportamiento y busquen maneras de promover relaciones equitativas con todos sus hijos, basadas en sus necesidades individuales y sus personalidades.
Los padres que invierten tiempo en fortalecer sus relaciones con cada hijo, respetando sus diferencias y fomentando la comunicación, pueden evitar los efectos negativos del favoritismo y asegurar un desarrollo emocional saludable para todos los miembros de la familia.
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