Cuando iba en la prepa, la Señora Ileana, mi querida maestra de cálculo, me bajó dos puntos en un examen porque intenté copiarle a Marianna, mi vecina de asiento. El problema fue que me saqué cero, así que mi boleta de calificaciones terminó con un increíble -2 en rojo brillante.
Cuando mi papá vio la boleta, soltó una carcajada tan fuerte que no pudo ni regañarme. Mi mamá, más seria, simplemente suspiró y dijo con resignación: “ustedes nunca han sido buenas para los números”.
A partir de ahí, asumí que algunas cosas se me daban bien (las letras, los libros, las ideas abstractas) y que otras simplemente no eran lo mío (mate, química, física).
¿Es cierto que hay habilidades que nunca podremos desarrollar?
Ahora sabemos que esa creencia es completamente limitante. Desde niños, decidimos que somos buenos para ciertas cosas y descartamos otras porque nos convencemos de que «no somos capaces». Pero la verdad es que la dedicación y la práctica son mucho más importantes que el talento innato.
Este es el principio del growth mindset, un concepto desarrollado por la psicóloga Carol Dweck, que nos muestra que la inteligencia y las habilidades no son fijas, sino que pueden desarrollarse con esfuerzo, práctica y resiliencia.
En otras palabras, si crees que “simplemente no eres buena para algo”, es posible que solo necesites cambiar tu forma de pensar y entrenarte para aprenderlo.
¿Qué es la mentalidad de crecimiento y por qué es tan poderosa?
La mentalidad de crecimiento se basa en la idea de que nuestras habilidades no son estáticas y que podemos mejorar cualquier cosa con el esfuerzo adecuado.
Por otro lado, la mentalidad fija es esa voz interna que dice:
- “Esto no es lo mío, mejor ni lo intento”.
- “No nací con talento para esto”.
- “Si fallo, demostraré que no soy suficiente”.
Con una mentalidad fija, evitamos los desafíos por miedo al fracaso, buscamos validación constante y nos frustramos cuando las cosas no salen bien.
En cambio, cuando adoptamos un growth mindset, los errores se convierten en aprendizajes, los retos en oportunidades y la crítica en una herramienta de mejora.
Cinco claves para desarrollar una mentalidad de crecimiento
Si quieres cambiar tu forma de ver los desafíos y potenciar tu desarrollo personal, aquí tienes cinco estrategias efectivas:
1. Reconcíliate con el error
Los errores no definen tu capacidad, pero sí te enseñan. En lugar de castigarte cuando algo no sale bien, pregúntate: ¿qué puedo aprender de esto?
2. Cambia tu diálogo interno
Las palabras que usas contigo misma influyen en tu percepción de lo que puedes lograr.
- En vez de decir “No soy buena en esto”, prueba con “Todavía no soy buena en esto”.
- Sustituye “Nunca podré hacerlo” por “Estoy aprendiendo a hacerlo”.
3. Sal de tu zona de confort
Si siempre eliges lo que te resulta fácil, nunca descubrirás tu verdadero potencial. Busca nuevos retos y desafíos que te obliguen a aprender.
4. Busca retroalimentación (aunque duela)
Escuchar críticas constructivas puede ser incómodo, pero es la forma más rápida de mejorar. Pregunta a personas de confianza: ¿cómo puedo hacerlo mejor?
5. Celebra el esfuerzo, no solo los resultados
El proceso de aprender es tan valioso como el logro final. Reconoce tu progreso, aunque aún no hayas llegado a la meta.
El éxito no es cuestión de talento, sino de mentalidad
Adoptar una mentalidad de crecimiento no significa volverte optimista compulsiva. Se trata de ver cada reto como una oportunidad de mejorar, en lugar de una prueba de tu valor.
Si quieres ser mejor en algo, la clave está en:
- Intentarlo sin miedo a equivocarte.
- Aprender de los errores en lugar de temerlos.
- Ver cada desafío como un paso más en tu camino de crecimiento.
El crecimiento es un proceso continuo. No se trata de llegar a un punto final, sino de elegir cada día avanzar un poco más.
Cambia el miedo por la curiosidad y transforma tu vida
Imagina que vuelves al pasado y te das una segunda oportunidad en aquello que creías que no era lo tuyo. Tal vez ahora lo verías diferente.
Hoy es el mejor momento para empezar. No importa si te sientes insegura, si dudas o si crees que será difícil. Lo único que necesitas es intentarlo con la mentalidad de que puedes aprender cualquier cosa.Porque la realidad es que no se trata de suerte ni de talento innato. Se trata de tomar la decisión de seguir aprendiendo, creciendo y superando límites todos los días.
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