La figura de Diana Spencer, conocida cariñosamente como Lady Di, sigue siendo un faro de elegancia y sofisticación, incluso casi 30 años después de su trágica muerte. La princesa de Gales, quien dejó una huella imborrable en la historia, no solo fue reconocida por su compasión y su estilo inigualable, sino también por la fragancia que la acompañaba en cada aparición pública: el perfume Bluebell de Penhaligon’s. En 2024, esta fragancia está resurgiendo como un símbolo de clase y frescura, volviendo a capturar la atención de nuevas generaciones.
La historia de un clásico
La historia del perfume Bluebell comenzó en 1978, cuando la casa británica Penhaligon’s lo lanzó al mercado. Esta Eau de Toilette, con su composición floral y fresca, fue rápidamente adoptada por la joven princesa que se convirtió en un referente de la moda. Desde su primer uso, Lady Di se sintió conectada con esta fragancia, que reflejaba su amor por la naturaleza y las flores. Los jacintos silvestres, la esencia que define a Bluebell, eran una representación perfecta de su carácter.
Notas olfativas de Bluebell
Bluebell se enmarca dentro de la familia olfativa Floral Verde. Sus notas de salida cítricas dan paso a un corazón lleno de delicadeza, donde el jacinto, el lirio de los valles, la rosa, la violeta persa y el jazmín se entrelazan para crear una sinfonía de aromas que evocan la frescura de un jardín en flor. Las notas de fondo, que incluyen gálbano, clavos de olor y canela, aportan un toque cálido y envolvente, haciendo de esta fragancia una elección atemporal.
La resurrección de Bluebell en 2024
Con el regreso de Bluebell al mercado, la fragancia ha cobrado un nuevo impulso. En un mundo donde la moda y el estilo personal están en constante evolución, esta Eau de Toilette ha sido aclamada como una de las favoritas por las nuevas generaciones que buscan un toque de nostalgia y autenticidad. Actualmente, su precio ronda los 3,000 pesos mexicanos, un costo que vale la pena para quienes desean unirse a la herencia de estilo que representa Lady Di.
La conexión de Lady Di con la naturaleza
La conexión de Lady Di con la naturaleza es fundamental para entender por qué Bluebell fue su fragancia preferida. En varias ocasiones, se la vio rodeada de flores, disfrutando de la belleza de los jardines que adornaban sus palacios y residencias. Esta afinidad por la naturaleza no solo la definía como persona, sino que también se reflejaba en su elección de fragancias. Al elegir Bluebell, Diana no solo optó por un perfume, sino que se adentró en una experiencia sensorial que la acompañó en sus momentos más icónicos.
El impacto cultural de Lady Di
Lady Di no solo fue un ícono de la moda, sino que su influencia se extendió más allá de su estilo personal. Su trabajo humanitario y su capacidad para conectarse con personas de diversas culturas han hecho que su legado perdure. A través de su estilo, incluidas sus elecciones de fragancias, Diana se convirtió en un símbolo de elegancia y accesibilidad, inspirando a muchas mujeres en todo el mundo. Su vida sigue siendo un tema de fascinación, y su estilo sigue siendo emulado.
Un viaje a través del tiempo
El retorno de Bluebell es más que un simple relanzamiento de un producto; es un viaje a través del tiempo que recuerda a las generaciones pasadas la elegancia y la gracia que Lady Di representó. La fragancia está diseñada para las mujeres que desean no solo oler bien, sino también llevar consigo un pedazo de historia. Al usar Bluebell, se revive una conexión con la historia, la moda y el espíritu de una de las figuras más queridas de la realeza.


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