Un inmigrante con una misión: llevar el zapoteco a las letras mexicanas
A las puertas de la Secretaría de Educación Pública (SEP), un joven inmigrante zapoteco esperó con paciencia a José Vasconcelos. Había viajado desde Oaxaca con un sueño: estudiar. Había escuchado que su paisano otorgaba becas para quienes querían prepararse, y estaba decidido a aprovechar la oportunidad.
La respuesta de Vasconcelos no fue lo que esperaba, pero fue aún mejor: “Ven, quédate conmigo a trabajar”. Con esa frase, la vida de Andrés Henestrosa cambió para siempre.
Así comenzó su camino en la Ciudad de México, un mundo distinto al Istmo de Tehuantepec que lo había visto nacer. Poco a poco, dominó el español, sin dejar atrás su lengua materna, el zapoteco. Su habilidad con la palabra lo convirtió en un referente de la literatura mexicana y un puente entre dos culturas.
El hombre es lo que habla: la importancia de la lengua en su obra
Andrés Henestrosa entendió desde joven que el idioma moldea la identidad y el pensamiento. Su capacidad para moverse entre dos lenguas le permitió ser un cronista excepcional de la vida en Oaxaca y de la riqueza del zapoteco.
- El español como herramienta de expresión: Con el tiempo, el joven zapoteco no solo dominó el español, sino que se enamoró de su estructura, su musicalidad y su riqueza literaria.
- El zapoteco como raíz y esencia: Henestrosa nunca dejó de lado su lengua materna y se convirtió en su mayor defensor. En muchas de sus obras, plasmó su amor por el Istmo y su cultura.
- Escribir para trascender: Su pluma fue su mejor aliada. Publicó innumerables libros, ensayos y artículos en los que exploró la identidad, la literatura y la historia de México.
Henestrosa y la música: el alma de la Martiniana
Durante una de las tantas tertulias organizadas por Martha Chapa, Andrés tomó la guitarra y con su característica sonrisa interpretó “La Martiniana”, un son istmeño que él mismo adaptó.
“No me llores, no, porque si lloras yo muero; en cambio si tú me cantas, yo siempre vivo y nunca muero”.
Era una frase que reflejaba su amor por la vida y por su cultura. Así era Henestrosa: un hombre que vivía a través de las palabras y la música.
Su paso por la SEP y el amor por la educación
Andrés Henestrosa no solo fue un escritor, sino también un apasionado por la educación y la lengua. Durante su paso por la Secretaría de Educación Pública, participó en la creación de libros de texto en español y en zapoteco, contribuyendo a la educación de miles de niños indígenas.
Fomentó el bilingüismo en la educación básica.
Trabajó en la creación de materiales didácticos en lenguas indígenas.
Colaboró con grandes intelectuales de su época en la promoción de la lectura.
Su convicción era clara: el conocimiento debía estar al alcance de todos.
El legado literario de Andrés Henestrosa
Henestrosa dejó un vasto legado literario. Sus escritos capturan la esencia del México indígena y su interacción con el mundo moderno.
Obras destacadas:
- Los hombres que dispersó la danza (1929)
- Retrato de mi madre (1940)
- El viento distante (1972)
Sus libros no solo narran historias, sino que también rescatan la cosmovisión zapoteca y la presentan al mundo hispanohablante.
Una vida de 101 años y un legado inmortal
Andrés Henestrosa vivió 101 años, un siglo de aportes a la literatura, la educación y la identidad mexicana. Su sonrisa, su picardía y su amor por la vida dejaron una huella imborrable en quienes lo conocieron.
Defensor incansable de las lenguas indígenas.
Promotor de la educación bilingüe en México.
Escritor y poeta de dos mundos.
Su partida dejó un vacío en la literatura mexicana, pero su obra sigue viva, recordándonos que el lenguaje no solo es una herramienta de comunicación, sino una puerta a la identidad y a la memoria colectiva.
¿Cómo honramos su legado?
Hoy, en un mundo donde las lenguas indígenas enfrentan el riesgo de desaparecer, el ejemplo de Henestrosa es más relevante que nunca.
¿Cómo podemos preservar el zapoteco y otras lenguas originarias?
¿Qué tanto conocemos de nuestra diversidad lingüística?
¿Cómo podemos integrar más el conocimiento indígena en la educación actual?
Honrar a Andrés Henestrosa es más que recordar su historia. Es continuar su lucha por la educación, la literatura y la preservación de la identidad mexicana.
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