Uriel Rivera, quien agredió a Claudia Sheinbaum, enfrenta la justicia
Uriel Rivera, el hombre que el pasado martes agredió a la presidenta Claudia Sheinbaum durante un acto público, fue vinculado a proceso por un delito distinto: abuso sexual contra una joven de 25 años. Aunque la Fiscalía capitalina aún no le imputa formalmente los hechos contra la mandataria, Rivera permanecerá bajo prisión preventiva justificada en el Reclusorio Norte mientras avanza la investigación.
La audiencia que marcó su destino judicial
Al mediodía del viernes, Rivera fue trasladado desde el penal hasta la sala 14 de proceso oral, ubicada en la colonia Doctores. En un ambiente tenso, la audiencia se desarrolló ante la presencia de su abogado de oficio y de la representación social de la víctima. El Ministerio Público de la Fiscalía de Delitos Sexuales presentó los primeros datos de prueba, entre ellos el testimonio de la joven que lo acusó de haberle realizado tocamientos sin su consentimiento.
La decisión del juez y el testimonio de la víctima
Tras escuchar los argumentos de ambas partes, el juez determinó vincular a proceso a Rivera y mantenerlo en prisión preventiva. La víctima, de 25 años, narró los hechos ocurridos la noche del 4 de noviembre, cuando el agresor la abordó y la violentó físicamente. Su declaración, respaldada por evidencia recabada por la fiscalía, fue suficiente para sustentar la resolución judicial.
De la agresión a la presidenta al proceso penal
Rivera ya había sido identificado por las autoridades por el incidente ocurrido ese mismo día, cuando se acercó a la presidenta Sheinbaum y la agredió físicamente mientras ella saludaba a ciudadanos. Poco después, fue señalado nuevamente por la joven víctima, lo que permitió a los policías capitalinos ubicarlo y detenerlo en la calle Paseo de la Condesa, en el Centro Histórico. Su captura ocurrió cerca de las 20:00 horas, y desde entonces ha permanecido bajo custodia.
Un mes clave para las investigaciones
El juez otorgó a la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México un plazo de un mes para cerrar la investigación complementaria. Durante ese tiempo, el Ministerio Público reunirá pruebas adicionales que refuercen la acusación por abuso sexual, mientras continúa abierta la carpeta de investigación relacionada con la agresión a la presidenta. De confirmarse ambos casos, Rivera podría enfrentar nuevas imputaciones y un proceso más severo.
Silencio de la defensa y regreso al Reclusorio Norte
Al finalizar la audiencia, los abogados de oficio de Rivera evitaron hacer declaraciones a la prensa. Minutos después, el imputado fue escoltado por personal de seguridad hasta el vehículo de traslado que lo devolvió al Reclusorio Norte. La fiscalía, por su parte, reiteró que seguirá integrando las pruebas correspondientes tanto del abuso sexual como del acto de agresión a la mandataria.
Un caso que sacude la seguridad pública y la justicia
El caso de Uriel Rivera no sólo expone la vulnerabilidad de las figuras públicas, sino también la necesidad de fortalecer la respuesta institucional frente a los delitos sexuales. Su vinculación a proceso representa un paso importante en la lucha contra la impunidad, pero también evidencia la urgencia de atender con mayor rigor las denuncias de violencia y acoso que afectan a miles de mujeres en la capital.
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