Era la noche del 16 de octubre cuando el silencio de la colonia Defensores de la República, en Gustavo A. Madero, se rompió por el fuego y los gritos. Dentro de una casa, una mujer fue atacada y quemada viva. Los vecinos, impotentes, intentaron ayudar mientras el fuego consumía parte del inmueble.
Hoy, días después, dos hombres identificados como Hugo “N” y Eddy “N” enfrentan la justicia. Ambos fueron vinculados a proceso por el delito de feminicidio calificado, una medida que da un respiro a la exigencia de justicia en una ciudad que no soporta más violencia de género.
Así fue la investigación que llevó a los responsables ante el juez
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX) actuó tras recopilar pruebas contundentes sobre el crimen. De acuerdo con la investigación, Eddy “N” habría iniciado el incendio dentro del domicilio de la víctima, lo que provocó las quemaduras que finalmente le quitaron la vida.
Por su parte, Hugo “N” ayudó a los implicados a huir del lugar, conduciendo un taxi en el que escaparon tras cometer el feminicidio.
El Ministerio Público presentó las imputaciones en audiencias separadas y el juez de control determinó vincularlos a proceso bajo la medida cautelar de prisión preventiva, mientras se desarrolla la investigación complementaria, con un plazo de cuatro meses.
Feminicidios en la capital: una herida que no cierra
El caso ha generado indignación entre colectivos feministas y ciudadanos, quienes exigen penas ejemplares para los responsables. En lo que va del año, la CDMX ha registrado más de 50 feminicidios, según cifras oficiales.
La alcaldía Gustavo A. Madero es una de las zonas con mayor incidencia de violencia contra las mujeres, lo que ha llevado a reforzar los programas de prevención y atención a víctimas.
Sin embargo, las cifras siguen aumentando, y cada caso reabre el debate sobre la eficacia de las políticas públicas, la respuesta judicial y la urgencia de transformar el sistema de atención a mujeres en riesgo.
Justicia y memoria para la víctima
Durante la audiencia, los familiares de la víctima exigieron que el caso no quede impune. “Queremos justicia, no queremos más silencio”, dijo una de las hermanas al salir del tribunal.
La prisión preventiva de los acusados representa un primer paso, pero el proceso apenas comienza. El Ministerio Público busca consolidar las pruebas periciales y testimoniales que permitan una sentencia condenatoria firme.
Para muchas mujeres en la capital, este caso simboliza la lucha diaria por vivir sin miedo y la esperanza de que el sistema judicial finalmente responda con firmeza ante el feminicidio.
Una historia que se repite, pero que no debe olvidarse
Cada caso de feminicidio deja una marca profunda, una historia interrumpida. En este, como en tantos otros, el fuego no solo consumió una vivienda, sino también una vida, una historia, un futuro.
La sociedad exige que ningún agresor vuelva a caminar libremente y que cada nombre, como el de esta víctima, no quede en el olvido.
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