La captura de Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad Pública de Tabasco y señalado como líder de La Barredora, un grupo ligado al CJNG, marcó un episodio clave en la cooperación internacional contra el crimen organizado.
Detenido el 12 de septiembre en Asunción, Paraguay, enfrenta cargos en México por asociación delictuosa, secuestro y extorsión, aunque insiste en que es víctima de una “persecución política”, según reveló Proceso.
Amparo fallido y disputa por un inmueble en Tabasco
Antes de su captura, Bermúdez intentó blindarse legalmente. En agosto de 2025 promovió un amparo federal para revertir el aseguramiento de una propiedad en Villahermosa, alegando hostigamiento judicial.
El juez le concedió una suspensión provisional limitada, pero el Tribunal Colegiado en materia Penal de Tabasco rechazó su recurso de queja y mantuvo el inmueble bajo control de la fiscalía estatal, al considerarlo parte de las investigaciones por operaciones ilícitas.
La huida y la ficha roja de Interpol
Los señalamientos de persecución contrastan con la ficha roja que Interpol emitió en abril de 2025. El exfuncionario emprendió una ruta de escape que incluyó Panamá, Brasil y Paraguay, donde finalmente fue localizado por la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD).
La investigación sobre su sobrino, Gerardo Bermúdez Arreola, detenido previamente en Paraguay, fue clave para descubrir su paradero y los intentos de establecer una red criminal en Sudamérica.
Operación México–Paraguay: la caída del “Comandante H”
La captura de Bermúdez fue posible gracias a una operación conjunta entre la SENAD y el Centro Nacional de Inteligencia de México (CNI). Desde marzo de 2025, las agencias intercambiaron información sobre movimientos financieros irregulares que lo delataron.
“No permitiremos que líderes del crimen organizado se instalen en nuestro país”, declaró Jalil Rachid, titular de la SENAD.
El camino largo hacia la extradición
Actualmente, Bermúdez permanece bajo custodia en Paraguay y rechazó allanarse a la extradición solicitada por México. Su defensa asegura que en su país no tendría un juicio imparcial.
El caso promete un proceso extenso, con un exfuncionario que insiste en su papel de perseguido político, frente a fiscales que lo colocan como uno de los principales operadores criminales de Tabasco.
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