El regreso de un caso que parecía cerrado
La historia de Emilio Zebadúa González vuelve a estar en la mira pública. El ex Oficial Mayor de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) durante el gobierno de Enrique Peña Nieto pasó de ser testigo clave en el caso contra Rosario Robles, a posible imputado por enriquecimiento ilícito.
El Ministerio Público Federal solicitó desde agosto que jueces federales autoricen una audiencia inicial para presentarle formalmente cargos. Con esta acción, la Fiscalía General de la República (FGR) busca que uno de los hombres más cercanos a Robles responda ahora en calidad de acusado.
De testigo protegido a señalado
Durante más de seis años, Zebadúa fue pieza fundamental como testigo colaborador para esclarecer los desvíos millonarios que conformaron la llamada «Estafa Maestra». Su papel era brindar información que facilitara la imputación de Robles por desvíos de recursos en Sedesol y en la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).
Sin embargo, la FGR reactivó un expediente que ya había pasado por la Fiscalía Especializada de Control Competencial y la Fiscalía Anticorrupción, para ahora ponerlo en el banquillo de los acusados.
¿Qué significa la imputación?
La audiencia inicial, que aún no tiene fecha, definirá si existen elementos suficientes para vincularlo a proceso. En caso de que así sea, Zebadúa podría enfrentar cargos por enriquecimiento ilícito.
A diferencia de otros delitos, este no amerita prisión preventiva oficiosa, por lo que el exfuncionario podría seguir el proceso en libertad. Entre los atenuantes, destacan que acudió voluntariamente a comparecer ante el Ministerio Público y que señaló domicilio en Chiapas, lo que le permite no ser considerado un prófugo.
Contexto político y judicial
El caso se desarrolla en un momento clave para la narrativa anticorrupción en México. Zebadúa no es un funcionario menor: como Oficial Mayor controló los recursos de una de las secretarías con mayor presupuesto. Su nombre aparece ligado a contratos, convenios y triangulaciones que dieron origen al escándalo más emblemático de corrupción del sexenio pasado.
De confirmarse la imputación, se abriría una nueva etapa en el proceso judicial que podría traer repercusiones políticas y legales para otros exfuncionarios ligados a la red de desvíos.
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