La Ciudad de México amaneció con la noticia de un crimen que refleja la crudeza del feminicidio en el país. Alma Elena Sánchez, una joven de 30 años originaria de Chiapas, fue localizada sin vida el 14 de agosto al interior de una construcción en la colonia Narvarte Oriente, alcaldía Benito Juárez.
Su cuerpo estaba emparedado entre muros de cemento, descubierto gracias al trabajo conjunto de peritos, la Comisión de Búsqueda y un binomio canino que permitió dar con la zona alterada en la obra.
Un viaje marcado por la tragedia
La historia de Alma comenzó semanas atrás, cuando aceptó reencontrarse con su expareja en la Ciudad de México. Según testimonios, el hombre —vigilante en la obra donde fue hallada— le había pedido una segunda oportunidad.
El 15 de junio fue vista por última vez en la alcaldía Venustiano Carranza. Durante semanas, su familia creyó la versión del exnovio: que Alma había regresado a Chiapas. Sin embargo, tras 20 días de silencio, interpusieron la denuncia de desaparición que desencadenó la investigación.
El principal sospechoso: su expareja
La Fiscalía General de Justicia de la CDMX (FGJCDMX) informó que el exnovio de Alma es considerado el principal sospechoso. Testimonios y pruebas lo vinculan directamente con la obra en Narvarte, donde se encontró el cuerpo.
Actualmente, las autoridades mantienen acciones de búsqueda para detenerlo y presentarlo ante un juez de control. La indagatoria se sigue bajo el protocolo de feminicidio, con perspectiva de género y derechos humanos.
Justicia y memoria
La familia de Alma, devastada por el hallazgo, exige justicia y un proceso transparente que no deje cabos sueltos. Su historia se suma a las miles de mujeres que, en búsqueda de oportunidades en la capital, encuentran un destino marcado por la violencia.
Organizaciones feministas han exigido un mayor compromiso de las autoridades para prevenir feminicidios y garantizar la seguridad de mujeres que migran por trabajo o estudios.
TE PODRÍA INTERESAR