Mariel Colón, defensora legal de Joaquín “El Chapo” Guzmán, reveló que el exlíder del Cártel de Sinaloa muestra cambios “extraños y preocupantes” en su salud mental, consecuencia directa del aislamiento extremo en la prisión ADX Florence, considerada la más segura de Estados Unidos.
Un encierro sin contacto humano
En entrevista con Javier Ceriani, Colón explicó que Guzmán Loera pasa 24 horas al día en una celda, sin acceso a la luz del sol, a programas educativos ni a interacciones sociales.
“Él come, se baña y permanece en esas cuatro paredes. No tiene contacto humano, salvo cuando lo esposan para las visitas conmigo”, señaló.
Los efectos del aislamiento
El régimen de confinamiento habría provocado en Guzmán síntomas como ansiedad, insomnio, pérdida de memoria inmediata y episodios de confusión. De acuerdo con su abogada, la falta de estímulos externos ha deteriorado gravemente su estabilidad mental y emocional.
La estrategia de la defensa
El equipo legal argumenta que las Medidas Administrativas Especiales (SAMs), impuestas desde su extradición en 2017, ya no tienen justificación, pues los riesgos de fuga se han reducido: varios de sus antiguos aliados, incluido Ismael “El Mayo” Zambada y dos de sus hijos, están actualmente presos en EE.UU.
“Lo único que pedimos es un trato más humano: que pueda respirar aire fresco, ver la luz del sol y acceder a actividades básicas”, insistió Colón.
Su salud física también está comprometida
Documentos judiciales revelan que Guzmán padece hipertensión, calambres musculares, dolores de cabeza y episodios depresivos, problemas que se han intensificado desde que ingresó a la prisión de máxima seguridad en Colorado.
Su familia y el presente de Emma Coronel
La abogada también habló del entorno familiar de Guzmán. Sobre su esposa, Emma Coronel, mencionó que tras salir de prisión busca rehacer su vida y enfocarse en la crianza de sus hijas gemelas. “Está trabajando en proyectos personales y negocios para ofrecerles un futuro estable”, comentó.


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