La detención en Paraguay de Hernán Bermúdez Requena, alias «El Abuelo», exsecretario de Seguridad en Tabasco y señalado por su relación con el Cártel de «La Barredora», ha generado análisis sobre su papel dentro del crimen organizado transnacional.
De acuerdo con especialistas, Bermúdez aprovechó la infraestructura del Cártel Nueva Generación (CNG) en países como Brasil, Uruguay, Argentina y Paraguay, donde ya existían redes de operación con bajo perfil. Su ruta incluyó Panamá, Brasil y finalmente Paraguay, en un trayecto que, según expertos, solo pudo realizar con apoyo de contactos criminales y casas seguras en Sudamérica.
David Saucedo, experto en seguridad, explicó que el CNG ya tiene presencia en la región, aunque sin la violencia extrema que caracteriza a otros grupos en Ecuador. Por ello, la captura de Bermúdez no significa frenar una red que ya está consolidada.
Un engranaje dentro del crimen transnacional
Carlos Hernández, especialista en prevención de lavado de dinero, señaló que Bermúdez no fue un gran capo, sino más bien un eslabón dentro de la cadena de suministro ilegal, que depende de múltiples organizaciones medianas y pequeñas para operar a nivel internacional.
Por su parte, Armando Rodríguez, consultor en seguridad, destacó que «El Abuelo» traficó combustibles en la frontera entre México y Estados Unidos, con exportaciones incluso hacia países como Australia, lo que lo coloca dentro del crimen organizado transnacional.
Finalmente, Facundo Rosas apuntó que el exfuncionario buscaba ocultarse y alejarse de los reflectores en Paraguay, apoyado también por vínculos familiares en la región.
La captura de Bermúdez representa un golpe político para las autoridades paraguayas, pero los expertos coinciden en que no detiene la expansión de redes criminales ya establecidas en Sudamérica.


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