La conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo duró menos de una hora y se centró en explicar la negativa del gobierno federal a aceptar modificaciones retroactivas a la Ley de Amparo, presentar cifras del “Viernes muy Mexicano” y los finalistas del concurso “México Canta”.
Sin embargo, cuando la prensa preguntó sobre las movilizaciones del 2 de octubre en CDMX, la conferencia terminó abruptamente, dejando sin respuesta a medios y ciudadanos.
Movilizaciones del 2 de octubre en CDMX: cifras y disturbios
Más de 10 mil personas participaron en la marcha conmemorativa, que partió de la Plaza de las Tres Culturas hacia el Zócalo capitalino, reivindicando derechos humanos y visibilizando casos como Ayotzinapa y la resistencia en favor de Palestina.
La jornada tuvo un saldo inusual: 94 policías lesionados, disturbios en el Centro Histórico y un ataque directo al Centro Cultural Universitario Tlatelolco (CCUT) por aproximadamente 350 encapuchados que se separaron del contingente.
Actos de violencia y daños materiales
Entre los incidentes se reportaron:
- Saqueos y daños en comercios del Centro Histórico, especialmente en un centro joyero cercano al Zócalo.
- Incendios en accesos de tiendas y jardineras.
- Lanzamiento de piedras y cohetones contra policías y reporteros.
- Ataque al CCUT: cristales rotos, explosivos en el primer piso y pintas en la fachada.
La UNAM calificó los hechos como una “afrenta a quienes lucharon en paz por una sociedad más justa, tolerante y democrática” y anunció denuncias formales contra los responsables.
El silencio presidencial y los casos emblemáticos
El silencio de Sheinbaum recuerda episodios anteriores de omisión oficial, como el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa o la desaparición de jóvenes en Lagos de Moreno en 2023, donde el entonces presidente AMLO evitó pronunciarse.
Estas omisiones generan un debate sobre la transparencia y la responsabilidad del Estado frente a violaciones de derechos humanos en México.La jornada del 2 de octubre en CDMX expone la tensión entre movilización ciudadana, violencia y respuesta gubernamental. Mientras la ciudadanía exige justicia y memoria histórica, el silencio de las autoridades alimenta la polémica y mantiene vigente el reclamo por transparencia y rendición de cuentas.


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