Este martes 19 de agosto, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) realizará su última sesión extraordinaria presidida por la ministra Norma Lucía Piña. En este contexto, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo celebró el fin de lo que calificó como “una era en el Poder Judicial de nepotismo”.
Durante su tradicional conferencia mañanera en Palacio Nacional, Sheinbaum destacó que la reforma al Poder Judicial permitirá un cambio profundo en la forma en que se seleccionan y promueven los funcionarios judiciales, alejando prácticas de amiguismo y favoritismo familiar que, según ella, caracterizaron a periodos anteriores.
“Va a ser mejor. El fin de una era de un Poder Judicial que servía a unos cuantos y que durante este periodo se reproducía a partir de amiguismo, nepotismo”, enfatizó la mandataria.
El fin de una era marcada por el nepotismo
Sheinbaum subrayó que, si bien siempre habrá excepciones, la etapa anterior se distinguió por la prevalencia de prácticas de nepotismo y favoritismo:
- Promociones basadas en amistades, hermanos o primos
- Supuesta meritocracia judicial que en la práctica no garantizaba equidad
- Concentración de poder en grupos específicos dentro de la SCJN
La presidenta apuntó que este sistema restringía la efectividad de la carrera judicial, limitando la transparencia y la imparcialidad del Poder Judicial.
La nueva era iniciará el 1 de septiembre
Sheinbaum aseguró que el 1 de septiembre se marca un cambio significativo: “Ahora inicia una nueva era, va a ser mejor, no tengo la menor duda”, afirmó.
Este anuncio coincide con un momento clave de transición en la Corte, abriendo la puerta a una administración judicial más abierta, equitativa y centrada en méritos y transparencia.
Expectativas y repercusiones en la opinión pública
Analistas y ciudadanos han seguido de cerca estas declaraciones, considerando que la eliminación de prácticas de nepotismo podría:
- Mejorar la confianza ciudadana en el Poder Judicial
- Fomentar la meritocracia en promociones y nombramientos
- Reducir la percepción de corrupción y favoritismo
La expectativa general es que este cambio fortalezca la independencia judicial y marque un hito en la historia reciente de la justicia en México.


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