Desde las primeras palabras de su discurso en la Ciudad de México, la presidenta subrayó que Pemex y CFE en la transformación representan uno de los mayores avances del proyecto que hoy impulsa el país. Lo dijo frente a miles de personas que, pese a fallas de audio y aplausos intermitentes, mantuvieron la atención en un mensaje centrado en soberanía, infraestructura y honestidad en el servicio público.
Sheinbaum planteó que el combate a la corrupción no es un eslogan político, sino un mecanismo real para liberar recursos. “Con honestidad, amor al pueblo y a la patria”, afirmó, se ha logrado recuperar la obra pública y reorientar el gasto hacia proyectos que hace unos años parecían inviables o abandonados.
Pero lo más relevante vino cuando puso sobre la mesa la magnitud de lo logrado en materia energética: la recuperación de Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad como empresas estratégicas del Estado. Según explicó, este giro no solo reivindica su papel histórico, sino que abre una nueva etapa para la seguridad energética del país.
Pemex y CFE: La transformación energética como proyecto de nación
Entre la narrativa de continuidad y los retos del futuro, Sheinbaum recordó cómo, durante el periodo neoliberal, la infraestructura nacional —desde los trenes hasta la generación eléctrica— se fragmentó o se dejó en manos privadas. Hoy, el nuevo modelo propone lo contrario: reconstruir, recuperar y ampliar la presencia del Estado en sectores clave.
La mandataria destacó que el próximo año iniciará la construcción de cinco nuevas plantas de ciclo combinado, además de distintos proyectos en energías renovables. Su visión apunta a un México menos dependiente del exterior, con una red eléctrica fortalecida y con Pemex en un proceso de modernización y eficiencia que lo devuelva al centro de la vida económica.
A la mitad de su discurso, volvió a mencionar cómo Pemex y CFE en la transformación funcionan como pilares que permiten planear infraestructura más ambiciosa: trenes, caminos, agua, interconectividad y nuevas capacidades productivas en regiones históricamente olvidadas.
Trenes, agua e infraestructura: un país que vuelve a conectarse
Sheinbaum insistió en que recuperar los trenes de pasajeros no es un gesto nostálgico, sino un proyecto estratégico. “Nuestro objetivo es conectar nuevamente del norte hasta el sur del país por tren”, subrayó. La ampliación de rutas y la continuidad de obras existentes permitirán reactivar corredores económicos y mejorar la movilidad regional.
En materia de agua, la presidenta resaltó los 17 proyectos estratégicos en marcha, además de celebrar la aprobación de la Ley de Aguas Nacionales, que reconoce el agua como un recurso natural de la nación y un derecho humano. Esta reforma, dijo, pone fin al acaparamiento en manos de unos cuantos, para garantizar acceso y equidad.
La modernización de caminos artesanales y la repavimentación de carreteras, que se intensificará en 2026, complementan la visión de un país que busca unir territorio, infraestructura y bienestar en un solo modelo de desarrollo.
Un discurso interrumpido, pero una visión clara
En un momento peculiar, el audio falló. La presidenta tuvo que hacer una pausa de poco más de un minuto. La multitud respondió de forma espontánea con un “¡Es un honor estar con Claudia hoy!”, llenando el vacío tecnológico con una energía que retomó el ánimo del evento. Sheinbaum sonrió, aplaudió y continuó sin perder el hilo.
Más allá del contratiempo, lo memorable fue la claridad del mensaje: la transformación no solo continúa, sino que se profundiza en sectores clave para el futuro del país.
El proyecto presentado por Claudia Sheinbaum muestra un México que busca fortalecer su soberanía energética, recuperar infraestructura estratégica y consolidar empresas nacionales que habían perdido protagonismo. En ese camino, Pemex y CFE en la transformación funcionan como columnas vertebrales de un modelo que combina modernización, obra pública y visión de largo plazo. Lo que sigue será decisivo para definir cómo el país transita hacia una nueva etapa de desarrollo y cohesión territorial.
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