En la antesala del 11° aniversario de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, activistas y familiares iniciaron la reconstrucción del Memorial a los 43, ubicado junto al Antimonumento 43+ en Paseo de la Reforma, Ciudad de México. Este espacio, que se ha convertido en un referente de la exigencia de justicia, había sido dañado por personas desconocidas meses atrás.

El memorial, conformado por las fotografías con los rostros de los estudiantes desaparecidos la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero, busca mantener viva la memoria de los jóvenes y recordar que el caso sigue marcado por la impunidad.

La reconstrucción del espacio de memoria

Hace unos días, los familiares de los normalistas y colectivos solidarios lanzaron una convocatoria ciudadana para participar en la restauración del memorial. El proceso incluyó el retiro de las imágenes dañadas por el paso del tiempo y la colocación de nuevas fotografías, con el objetivo de dignificar nuevamente el espacio.

Para los organizadores, este acto no solo tiene un valor simbólico, sino que representa una manera de resistir al olvido y reafirmar la demanda de verdad y justicia frente a un caso que, a once años de distancia, sigue sin resolverse.

Voces de las familias: la exigencia de justicia

Melitón Ortega, familiar de uno de los normalistas desaparecidos, subrayó que el memorial es un recordatorio de los crímenes cometidos y de las irregularidades en las investigaciones. Recordó que, durante el proceso judicial, se destruyeron pruebas, se torturó a presuntos responsables y se desestimaron elementos clave que pudieron haber llevado a esclarecer los hechos.

Ortega señaló que los daños sufridos por el memorial ocurrieron días después del décimo aniversario, lo que interpretó como un acto de quienes “prefieren mantener la impunidad”. Frente a ello, reafirmó que las familias no dejarán de luchar por el derecho a la verdad.

Diálogo con el gobierno federal

En el marco de esta nueva conmemoración, los familiares de los normalistas han sostenido reuniones con la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. Confían en que en los próximos encuentros se presenten avances concretos, entre ellos la entrega de documentos de la Secretaría de la Defensa Nacional que no han sido revelados, así como detalles sobre nuevas líneas de investigación, detenciones pendientes y procesos de extradición de exfuncionarios vinculados al caso.

Las familias mantienen la esperanza de que el actual gobierno muestre mayor disposición a esclarecer los hechos en comparación con las administraciones anteriores, aunque advierten que el tiempo ha demostrado la resistencia institucional a la verdad.

El significado del Antimonumento 43+

El Antimonumento 43+ fue colocado el 26 de abril de 2015 en Paseo de la Reforma, frente a la avenida Bucareli, como una acción de protesta y memoria encabezada por las familias y por cientos de ciudadanos solidarios. Posteriormente, se integró el Memorial a los 43, ampliando el espacio como un sitio de encuentro y resistencia.

Desde entonces, este lugar se ha convertido en un símbolo de lucha y en un recordatorio permanente del camino que las familias han recorrido en busca de sus hijos. A lo largo de más de una década, han enfrentado tres administraciones federales —Enrique Peña Nieto, Andrés Manuel López Obrador y ahora Claudia Sheinbaum— sin obtener aún respuestas definitivas.

Memoria contra la impunidad

El restablecimiento del memorial en vísperas del aniversario tiene un fuerte valor político y social. No se trata únicamente de reparar un espacio físico, sino de reafirmar el derecho a la memoria frente a un caso que representa uno de los episodios más oscuros en la historia reciente de México.

Los familiares insisten en que cada fotografía y cada rostro exhibido en Paseo de la Reforma es una interpelación directa al Estado mexicano y a la sociedad en su conjunto: la exigencia de que no se olvide a los estudiantes y de que se castigue a quienes fueron responsables de la desaparición forzada.

Una lucha que no cesa

A once años de los hechos de Iguala, la reconstrucción del memorial refleja que la lucha por Ayotzinapa sigue vigente. El paso del tiempo no ha debilitado el movimiento, que continúa sumando voces nacionales e internacionales en demanda de justicia.

Para las madres y los padres, el memorial no es solo un lugar de homenaje, sino también un punto de partida para la acción colectiva. Allí se reitera, año con año, que la memoria es una herramienta contra la impunidad y que el dolor de la ausencia no se transformará en resignación.

La reconstrucción del Memorial a los 43 en Paseo de la Reforma es un acto de resistencia y un recordatorio de que la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa sigue siendo una herida abierta. En vísperas del 11° aniversario, las familias y activistas refuerzan el compromiso de mantener viva la memoria y de exigir verdad y justicia frente a un caso que continúa sin resolverse. El memorial se levanta nuevamente como símbolo de dignidad, memoria y lucha contra la impunidad.