La presidenta Claudia Sheinbaum respaldó la propuesta para mover la consulta de revocación de mandato a 2027, con el argumento de ahorrar recursos públicos al hacerla coincidir con las elecciones intermedias. Durante su conferencia matutina del martes 11 de noviembre, la mandataria calificó la idea como “buena”, pues “no se tendrían que destinar más recursos al siguiente año”.
El senador Ricardo Monreal propuso analizar la iniciativa con todos los partidos antes de aprobarla, con el fin de construir un consenso en el Congreso. Sin embargo, el respaldo inmediato de la presidenta generó rechazo entre la oposición, que acusa a Morena de querer usar políticamente la revocación de mandato.
Por qué la oposición rechaza la propuesta
Dirigentes del PRI y del PAN aseguran que el objetivo real de Morena es incluir a Sheinbaum en la boleta de 2027 para influir en los resultados de las elecciones intermedias, donde se renovarán 15 gubernaturas y toda la Cámara de Diputados.
El priista Rubén Moreira afirmó que Morena busca “meter” a la presidenta en el proceso por “miedo” a perder su mayoría legislativa, recordando que en 2022 AMLO usó la consulta de revocación como una campaña para fortalecer su imagen.
Por su parte, Ricardo Anaya consideró que el partido oficial está “en caída libre” por la inseguridad y la violencia en el país, y advirtió que si Sheinbaum aparece en la boleta, “se le va a revocar”.
Riesgos electorales y advertencias ciudadanas
De acuerdo con el Laboratorio Electoral, mover la consulta representa un riesgo para la imparcialidad democrática, pues permitiría al gobierno federal influir en el voto durante un proceso donde Morena busca conservar su mayoría calificada y hasta 12 gubernaturas clave, incluyendo Michoacán, Baja California y Campeche.
El debate sobre la fecha de la revocación de mandato promete tensión política rumbo a 2027, con una oposición que acusa maniobras de control y un oficialismo que insiste en la eficiencia presupuestal como justificación.
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