Claudia Sheinbaum inició su gestión con una alta aprobación popular, pero también con un desafío monumental: la situación crítica de Petróleos Mexicanos (Pemex). A pesar de los logros anunciados en sus primeros 100 días, como los avances en programas sociales y de infraestructura, el estado de Pemex destaca como una de las peores herencias de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador.
La producción de petróleo ha disminuido considerablemente en los últimos meses de 2024, con un rezago notable en exploración y perforación. Alcanzar el objetivo de 1.8 millones de barriles diarios para garantizar la autosuficiencia en refinación es un reto que, según especialistas, podría tomar hasta tres años.
Las cifras detrás de la crisis en Pemex
Los principales problemas que enfrenta Pemex incluyen:
- Declinación de campos maduros: Los principales yacimientos están agotándose rápidamente.
- Reducción de reservas: La falta de nuevas exploraciones ha disminuido la capacidad futura de producción.
- Menos pozos perforados: En el Golfo de México, la actividad de perforación está en mínimos históricos.
- Deuda abrumadora: Con más de 20 mil millones de dólares de deuda, Pemex se enfrenta a un panorama financiero crítico.
Aunque el gobierno ha prometido saldar la deuda en el primer trimestre de 2025, la falta de liquidez ya ha impactado a decenas de empresas proveedoras, grandes y pequeñas.
Factores que agravan la crisis en Pemex
- Falta de liquidez: La Secretaría de Hacienda ha retrasado la liberación de recursos debido a tensiones entre su titular, Rogelio Ramírez de la O, y la gestión pasada de Octavio Romero.
- Retrasos en la reforma energética: Aunque la presidenta Sheinbaum ha planteado esquemas de inversión mixta, Pemex Exploración aún no concreta nuevos modelos con el sector privado.
- Problemas de infraestructura: La adquisición de una terminal de almacenamiento en Tuxpan, Veracruz, enfrenta riesgos estructurales y cuestionamientos legales, lo que añade más incertidumbre.
¿Qué espera a Pemex en los próximos meses?
Los optimistas dentro de Pemex y la Secretaría de Energía aseguran que las leyes secundarias de la reforma energética serán clave para revertir la caída en la producción y atraer inversiones privadas. Sin embargo, el tiempo corre y los efectos inmediatos de la falta de decisiones podrían ser irreparables.
Pemex y el futuro del sector energético en México
La presidenta Sheinbaum enfrenta un doble desafío: estabilizar la operación de Pemex y transformar el sector energético en un pilar sostenible de la economía nacional. Este objetivo no solo depende de decisiones administrativas, sino también de la confianza que logre generar en inversionistas nacionales y extranjeros.
Conclusión: Un panorama complejo, pero no imposible
Pemex necesita más que un «cambio de aceite»; requiere una reestructuración profunda y estrategias innovadoras para enfrentar el futuro. La administración Sheinbaum tiene la oportunidad de marcar un antes y un después en la historia de la empresa, pero el reloj no se detiene.
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