La herencia de la corrupción: un país en deuda con la justicia
Durante décadas, los municipios en México fueron abandonados por el poder federal. La falta de recursos, estructuras débiles de gobernanza y la corrupción dejaron a estas localidades vulnerables ante el crimen organizado. Bajo gobiernos neoliberales, estas comunidades fueron presa fácil de grupos ilícitos, consolidando redes de poder paralelas que perpetuaron la violencia y la impunidad.
El caso de Genaro García Luna, símbolo de la colusión entre el Estado y el narcotráfico, es solo la punta del iceberg. Este escenario cambió con la llegada de la Cuarta Transformación en 2018, que declaró la guerra a las causas estructurales de la corrupción y la violencia.
El Operativo Enjambre: Un mensaje claro contra la impunidad
El reciente Operativo Enjambre, desplegado en el Estado de México, representa un paso decisivo hacia la recuperación de la paz y la justicia en el país. Coordinado entre la Fiscalía General de la República, las fuerzas de seguridad estatales y federales, y el Centro Nacional de Inteligencia, este operativo demostró que la inteligencia y la coordinación interinstitucional son armas clave contra el crimen organizado.
Con la participación de 1,500 elementos, Enjambre logró detener a siete funcionarios públicos vinculados con actividades criminales. Entre ellos se encontraban:
- La presidenta municipal de Amanalco, acusada de colaborar con el crimen organizado.
- El director operativo de Seguridad en Ixtapaluca, detenido por su presunta complicidad con redes delictivas.
- El director del DIF municipal de Tonatico, esposo de la alcaldesa, también vinculado con actividades ilícitas.
En Texcaltitlán, el director de Seguridad Ciudadana se quitó la vida al enfrentar su detención, evidenciando la profundidad del problema en los gobiernos locales cooptados por el crimen.
La reconstrucción del tejido institucional
El impacto de estas acciones trasciende el Edomex. Enjambre envía un mensaje contundente: la impunidad ya no tiene cabida en México. Sin embargo, también revela una verdad incómoda: muchos municipios fueron abandonados a su suerte durante años.
La corrupción no surge de la noche a la mañana, es resultado de un sistema que durante décadas ignoró las necesidades básicas de gobernanza y permitió que el crimen organizado infiltrara los niveles más cercanos a la ciudadanía.
La Estrategia Nacional de Seguridad: un enfoque transformador
La presidenta Claudia Sheinbaum ha reiterado que la lucha contra el crimen no solo se libra en las calles, sino también en los escritorios. Su Estrategia Nacional de Seguridad combina programas sociales, el fortalecimiento institucional y el uso estratégico de la inteligencia para desmantelar redes de corrupción.
El Operativo Enjambre es una muestra de que este enfoque comienza a dar frutos. A través de una planificación meticulosa y una ejecución impecable, se están desmontando las estructuras que permitieron el dominio del crimen en los municipios.
Hacia un México más justo y seguro
El éxito de Enjambre y la política de seguridad de la 4T demuestra que la coordinación y el compromiso institucional son claves para construir un país más seguro y equitativo. Sin embargo, el desafío es monumental: erradicar décadas de corrupción no será fácil, pero es indispensable.
Los municipios, como las células más cercanas al pueblo, tienen una responsabilidad renovada. Ahora deben demostrar que pueden trabajar por el bienestar de sus comunidades, sin recurrir a la sombra de los intereses ilícitos.
Un futuro posible: justicia y paz duradera
La transformación de México requiere acciones concretas y sostenidas. El camino será largo, pero operativos como Enjambre demuestran que el cambio es posible. La corrupción y el crimen organizado no tienen lugar en el México que estamos construyendo.
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