El café mexicano podría cambiar, no en sabor, pero sí en forma de producción y distribución. La Ley para el Desarrollo de la Sustentabilidad de la Cafeticultura fue aprobada por el Senado y promete reestructurar por completo la cadena de valor del café, desde el cultivo hasta la taza.
Aunque muchos pensaron que vendría acompañada de precios fijos o esquemas de garantía, en realidad, nueva normativa busca acabar con los intermediarios que han dominado el comercio del café durante décadas. ¿El objetivo? Que los productores obtengan mayores beneficios y que los consumidores accedan a un producto con mayor trazabilidad y calidad.
¿De qué trata la Ley del café?
Esta legislación busca establecer reglas claras para todo el proceso cafetalero, desde la producción y distribución hasta la comercialización. Uno de sus puntos clave es la eliminación del intermediarismo, una práctica común en la industria que deja fuera del reparto justo de ganancias a quienes realmente cultivan el grano.
En lugar de fijar precios, la ley propone transparentar el valor del café en el mercado. Es decir, que tanto productores como consumidores sepan cuánto vale realmente el grano, sin inflaciones provocadas por terceros que encarecen el producto sin aportar valor real.
¿Cómo podría afectar los precios del café?
Aunque la ley no establece precios fijos ni precios de garantía, sí podría tener un efecto indirecto en los precios que pagamos por el café en México. Al reducir el número de intermediarios, es posible que los productores obtengan una mayor parte del ingreso, y al mismo tiempo, el precio final al consumidor podría estabilizarse o incluso bajar en algunas regiones.
Eso dependerá de cómo se implementen las medidas propuestas, que incluyen un registro nacional de cafeticultores, un sistema de información para monitorear el mercado, y mayor acceso a datos que permitan fijar precios más justos en cada etapa del proceso.
¿Qué cambios introduce esta nueva legislación?
La Ley contempla la creación de una Comisión Nacional para el Desarrollo de la Cafeticultura Mexicana, que tendrá entre sus funciones coordinar a todos los actores de la cadena productiva: productores, comercializadores, autoridades y representantes sociales.
Entre sus principales tareas están:
- Fomentar la sustentabilidad en la producción del café.
- Promover la capacitación y asistencia técnica para productores.
- Incentivar la investigación y normativas de calidad.
- Representar a México ante organismos internacionales del café.
- Aplicar estrategias para mejorar la industrialización y exportación del grano.
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