En los últimos años, la política exterior mexicana ha dejado de ser una herramienta para fortalecer la imagen de México en el mundo, convirtiéndose en un reflejo de las pugnas internas y los intereses particulares de los gobernantes en turno. El reciente nombramiento de Rutilio Escandón como Cónsul General de México en Miami evidencia una estrategia diplomática donde los méritos quedan en segundo plano, dando paso a decisiones motivadas por la conveniencia política.
Pero, ¿qué implica realmente este nombramiento y qué dice de la dirección que está tomando el país en su política exterior?
Rutilio Escandón: del gobierno de Chiapas a la diplomacia en Miami
Rutilio Escandón, exgobernador de Chiapas, dejó un legado de controversias. Su administración estuvo marcada por la violencia, el narcotráfico y acusaciones de corrupción, factores que lo convirtieron en una figura impopular incluso dentro de su propio estado. Ahora, su traslado a Miami, una de las ciudades más estratégicas para las relaciones bilaterales con Estados Unidos, genera una serie de cuestionamientos:
- ¿Es Rutilio Escandón el mejor representante de México?
Escandón no tiene antecedentes en diplomacia ni experiencia en relaciones internacionales. Esto refuerza la percepción de que su nombramiento responde más a un cálculo político que a un análisis basado en competencias. - Miami: un puesto clave para las relaciones México-EE.UU.
Miami, además de ser un centro de operaciones comerciales y diplomáticas, es hogar de una numerosa comunidad mexicana y latina que espera representación digna y efectiva. Un consulado en esta ciudad tiene la responsabilidad de gestionar no solo temas migratorios, sino también fortalecer la relación cultural, económica y social entre ambos países.
El legado de AMLO en la política exterior: exilios dorados y lealtades políticas
Desde el inicio del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, la diplomacia mexicana se ha caracterizado por priorizar la lealtad política sobre la experiencia profesional. El caso de Rutilio Escandón no es aislado:
- Embajadas para aliados políticos: Las embajadas y consulados han sido ocupados por figuras vinculadas al partido oficialista, sin importar su desconocimiento sobre la diplomacia.
- Silencio cómplice frente a regímenes autoritarios: Representantes de México en países como Venezuela, Nicaragua y Cuba han mantenido posturas alineadas con gobiernos cuestionados por violaciones a los derechos humanos, dejando en entredicho el compromiso de México con los principios democráticos.
- Neutralidad controvertida en conflictos internacionales: La postura de México frente a la guerra entre Rusia y Ucrania, reflejada en su embajada en Moscú, ha sido criticada por considerarse favorable al régimen de Vladimir Putin.
¿Cómo afecta esto la imagen de México en el mundo?
La designación de representantes diplomáticos sin preparación ni compromiso con los valores de una política exterior sólida tiene consecuencias directas:
- Pérdida de credibilidad internacional: Las decisiones polémicas en nombramientos han mermado la reputación de México como un país con políticas exteriores coherentes y responsables.
- Confusión en las relaciones bilaterales: Estados Unidos, principal socio comercial y aliado estratégico, puede interpretar estas decisiones como señales de desinterés o falta de seriedad.
- Impacto en los mexicanos en el extranjero: Los consulados son esenciales para proteger los derechos de los mexicanos en otros países. Representantes ineficaces pueden traducirse en una atención deficiente y en la pérdida de oportunidades para la comunidad migrante.
¿Es posible recuperar el rumbo?
México enfrenta un reto urgente: reformular su política exterior para que esta sea una extensión de los intereses del Estado y no de las ambiciones de partido. Esto implica:
- Nombrar representantes capacitados: Priorizar a diplomáticos con experiencia y conocimientos sobre el país de destino.
- Defender principios democráticos: Adoptar posturas claras frente a regímenes autoritarios, alineadas con los valores de derechos humanos y justicia.
- Reforzar la imagen de México: Utilizar la diplomacia como una herramienta para proyectar el liderazgo, la cultura y el compromiso de México con la comunidad internacional.
Más que un nombramiento, un síntoma
El caso de Rutilio Escandón no es solo un nombramiento polémico; es un síntoma de una política exterior que ha perdido rumbo y que, lejos de representar los intereses de México, sirve como espejo de los problemas internos del país. Si México aspira a ser una nación respetada en el mundo, debe comenzar por elegir a sus representantes con base en mérito y compromiso, no en intereses políticos.
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