El arribo del Ministerio Público (MP) al Senado de la República para tomar la denuncia de Gerardo Fernández Noroña contra el líder priista Alejandro “Alito” Moreno no solo sorprendió, sino que encendió un debate nacional sobre los privilegios en el acceso a la justicia en México.
El enfrentamiento que desató la denuncia
La tensión entre ambos legisladores se desbordó tras un altercado en la tribuna del Senado. Moreno reclamó el uso de la palabra y el intercambio verbal derivó en forcejeos, insultos y golpes que involucraron también al asesor de Noroña, Emiliano González, quien resultó herido.
El legislador morenista denunció lesiones, amenazas de muerte y daño en propiedad ajena, responsabilizando directamente a Moreno y a otros legisladores priistas.
El Ministerio Público en el Senado
Lo que más indignó a la ciudadanía fue que, en lugar de que los senadores acudieran a la Fiscalía, fueron agentes del MP quienes llegaron hasta la sede legislativa de Xicoténcatl para tomar la declaración. Las imágenes del operativo circularon en redes sociales bajo la etiqueta “justicia a domicilio”.
Críticas en redes sociales
Periodistas, activistas y ciudadanos cuestionaron el trato preferencial:
- Ceci Flores, líder de Madres Buscadoras, señaló: “Los senadores tienen justicia a domicilio, mientras nosotras debemos rascar tierra para encontrarla”.
- Leti Robles, periodista, ironizó: “Servicio a domicilio del MP en el Senado. No fueran las madres buscadoras…”.
- Usuarios de X acusaron que mientras los políticos tienen acceso inmediato, los ciudadanos de a pie deben esperar horas en las agencias del MP.
Noroña y Moreno, la guerra de declaraciones
Tras el incidente, Noroña anunció que pedirá el desafuero de los legisladores implicados y que será la Fiscalía General de la República quien determine los pasos a seguir.
Por su parte, Alejandro Moreno acusó que fue Noroña quien inició la agresión, calificando lo ocurrido como parte de una estrategia de Morena para silenciar a la oposición:
“Conmigo se equivocan. Yo no me doblo, no me rajo y no me dejo”, declaró.
Un caso que exhibe la desigualdad en el acceso a la justicia
El episodio reavivó un debate histórico: la distancia entre la justicia que recibe la clase política y la que enfrentan millones de ciudadanos. Mientras en el Senado se brindó atención inmediata, en las agencias ministeriales persisten largas filas, falta de personal y retrasos que impiden a muchas víctimas acceder a un proceso justo


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