El 2025 inicia con una sociedad mexicana marcada por la polarización, donde el debate público parece haberse convertido en un campo de batalla cargado de descalificaciones. Las redes sociales se han transformado en espacios de enfrentamiento, con posturas maniqueas que dividen a la ciudadanía entre “buenos” y “malos”, dejando poco espacio para la deliberación objetiva y constructiva.
En medio de este panorama, las mujeres en la política han sido las más atacadas. Las figuras públicas femeninas, especialmente las pertenecientes a la 4T, enfrentan una avalancha de ataques misóginos que reflejan los peores vicios de una sociedad que lucha por avanzar, pero que sigue atrapada en viejas prácticas de violencia y discriminación.
Virtudes y fallas: una realidad compartida por ambos bandos
Pese a la confrontación, hay virtudes y defectos en ambos lados de la arena política.
- En la 4T:
Algunos de sus miembros trabajan con un profundo espíritu de servicio, renunciando incluso a salarios altos en el sector privado para impulsar cambios sociales y económicos. - En la oposición:
También existen voces que, lejos de buscar privilegios, trabajan con la firme convicción de cambiar el rumbo del país hacia un modelo más justo y equitativo.
Lo que falta en ambos frentes es un compromiso real con la democracia deliberativa, basada en el diálogo y la tolerancia, donde las decisiones se tomen con el objetivo de construir consensos por el bien del país.
El desafío Trump: unidad frente a la tormenta que se avecina
La elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos ha encendido alarmas en México. Su estrategia, descrita en su libro El arte de negociar, deja claro su enfoque: provocar para medir la fortaleza de sus adversarios. Ante sus amenazas de deportaciones masivas, aranceles punitivos y presiones en materia de narcotráfico, México necesita un frente unido que demuestre fuerza y dignidad.
Una luz de esperanza: la reunión en el Senado
En diciembre de 2024, una sesión extraordinaria de la Comisión de Gobernación del Senado reunió a actores clave de todos los partidos, encabezados por la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez. Líderes de la oposición, como Marko Cortés y Ricardo Anaya, dejaron de lado sus diferencias con el gobierno para respaldar las decisiones de la presidenta Claudia Sheinbaum frente a Trump.
Fortaleza nacional: el camino hacia la unidad
La lección es clara: la unidad fortalece a la nación. La división interna no solo debilita la cohesión social, sino que también facilita la injerencia externa. La clave estará en construir puentes de diálogo entre gobierno, oposición y ciudadanía, reconociendo que, ante las amenazas externas, el interés nacional debe estar por encima de las diferencias ideológicas.
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