Morena responde a críticas por vacaciones en el extranjero

La dirigente nacional de Morena, Luisa María Alcalde, se sumó este martes al llamado de la presidenta Claudia Sheinbaum para que los militantes y representantes del partido actúen con austeridad y congruencia, luego de la polémica generada por los recientes viajes de lujo de varios funcionarios a Europa y Japón. En conferencia de prensa, Alcalde defendió que los viajes fueron financiados con recursos personales, pero insistió en que los representantes de la Cuarta Transformación deben evitar cualquier forma de ostentación que contradiga los principios del movimiento.

La controversia surgió tras difundirse en medios y redes sociales que el diputado Ricardo Monreal, el secretario de Educación Pública Mario Delgado y el secretario general de Morena Andrés Manuel López Beltrán vacacionaron recientemente en España, Portugal y Tokio, respectivamente. A raíz de ello, opositores acusaron un estilo de vida contradictorio con los valores históricos de la izquierda y compararon estos actos con los excesos de gobiernos anteriores.

La diferencia entre recursos públicos y privados

Luisa María Alcalde fue enfática al señalar que estos viajes no constituyen actos de corrupción, ya que fueron financiados con dinero propio y no con recursos del erario. “La oposición quiere instalar la narrativa de que somos iguales [a los del pasado], y no lo somos”, afirmó. “Antes se viajaba con aviones privados, con helicópteros, con séquito, con dinero del pueblo de México. Hoy no es el caso”.

Aclaró que en el contexto de la administración actual, la diferencia fundamental es el origen del financiamiento y el compromiso con la transparencia. La líder morenista defendió que viajar no está prohibido, pero sí debe hacerse con moderación y bajo los principios de la justa medianía, uno de los pilares del pensamiento juarista que inspira a la Cuarta Transformación.

Austeridad en lo público y en lo privado

Alcalde Luján respaldó plenamente las declaraciones previas de Claudia Sheinbaum, quien instó a los integrantes de Morena a adoptar un estilo de vida coherente con los ideales del movimiento. “Coincidimos con la presidenta en que debemos actuar siempre con el ejemplo, en la vida pública y privada”, dijo. Según la dirigente, eso implica vivir en la justa medianía y entender que el poder es humildad, dos máximas históricas que deben guiar a quienes ejercen cargos públicos.

En ese sentido, sostuvo que la exhortación no busca prohibir los viajes ni condenar a quienes tienen mayores recursos, sino evitar los lujos innecesarios y los símbolos de ostentación, especialmente en un contexto de desigualdad social. “Alguien puede tener mucho dinero, haber sido empresario o tener la posibilidad de comprarse ropa de alta gama, joyas o relojes caros, pero no se debe hacer por congruencia”, explicó.

Congruencia, más allá de la legalidad

Aunque no se cuestiona la legalidad de los viajes, el debate gira en torno a la congruencia política y moral. Alcalde insistió en que la ciudadanía exige coherencia entre el discurso de austeridad que ha caracterizado a Morena desde su fundación y las acciones de sus representantes. Por ello, el llamado no solo es a cumplir la ley, sino también a cuidar la imagen y el ejemplo que se proyecta desde el poder.

Desde la oposición, las críticas han apuntado a que algunos funcionarios y líderes de Morena parecen alejarse del espíritu original del movimiento. En respuesta, la dirigencia nacional ha optado por reforzar los principios fundacionales, recordando que la Cuarta Transformación surgió como una ruptura con el derroche y el privilegio de administraciones anteriores.

Morena refuerza su línea de austeridad

El llamado a la austeridad republicana no es nuevo en el discurso de Morena. Desde el inicio del sexenio anterior, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, el partido ha impulsado una política de reducción de privilegios, eliminando pensiones a expresidentes, disminuyendo sueldos de altos funcionarios y limitando el gasto en viáticos, transporte y eventos oficiales. Esta narrativa ha sido uno de los sellos distintivos del movimiento ante sus bases.

Ahora, con Claudia Sheinbaum al frente del Ejecutivo, la continuidad de ese modelo ético es un mensaje clave de cara al nuevo sexenio. El posicionamiento de Luisa María Alcalde refuerza ese compromiso y busca evitar una erosión en la credibilidad del partido justo en el arranque de una nueva etapa de gobierno.

La postura de Luisa María Alcalde frente a la polémica por los viajes de funcionarios de Morena busca salvaguardar la coherencia ideológica del partido y reafirmar su compromiso con la austeridad. Aunque no se cuestiona el origen privado de los recursos usados para vacacionar, la dirigente insiste en que la congruencia entre discurso y conducta es indispensable para sostener la confianza ciudadana. El mensaje es claro: en Morena, no basta con no violar la ley, también hay que vivir con humildad, mesura y ejemplo, tal como lo postuló Benito Juárez y como lo exige la ciudadanía actual.