El pasado fin de semana, un juez de control con sede en Pacho Viejo, Veracruz, dictó una sentencia que sacudió el panorama judicial y político de México: Javier Duarte de Ochoa, exgobernador del estado, fue absuelto del delito de desaparición forzada. Esta resolución abre la puerta para que el exmandatario, detenido desde 2017, pueda recuperar su libertad, lo que ha generado intensas reacciones tanto de la sociedad como de los políticos veracruzanos.
Duarte, quien ya cumple una condena de nueve años de prisión por los delitos de lavado de dinero y asociación delictuosa, ahora enfrenta un futuro incierto. La Ley Federal de Amparo permite que este fallo sea impugnado, y la acusación de desaparición forzada podría tener nuevas repercusiones en su proceso judicial. Este artículo explora los detalles del caso, las reacciones políticas y lo que podría deparar el futuro para Javier Duarte en el sistema judicial mexicano.
¿Qué significa la absolución de Duarte?
La noticia sobre la absolución de Javier Duarte en el caso de desaparición forzada no solo sacudió el ámbito judicial, sino que también encendió un debate sobre la independencia del poder judicial estatal frente a la influencia política. El juez que dictó la sentencia pertenece al Poder Judicial de Veracruz, lo que ha generado críticas y dudas sobre la imparcialidad del juicio.
Cuitláhuac García, gobernador actual de Veracruz, expresó su indignación al respecto, acusando a los poderes judiciales de Veracruz de trabajar bajo intereses oscuros. El mandatario criticó, a través de sus redes sociales, la decisión judicial, aludiendo a la «mafia del Poder Judicial». Sin embargo, es importante señalar que el Poder Judicial del Estado de Veracruz no es parte del sistema judicial federal, lo que podría abrir espacio a nuevas impugnaciones y cuestionamientos.
El contexto de la desaparición forzada: ¿Qué ocurrió con David Lara Cruz?
La desaparición forzada del agente David Lara Cruz fue el eje central de las acusaciones contra Duarte. Lara Cruz, quien formaba parte de la policía estatal de Veracruz, fue reportado como desaparecido en enero de 2016. Su cuerpo fue hallado semanas después en una barranca en Emiliano Zapata, junto con otras 18 víctimas de desaparición. Lo que más llamó la atención fue que, bajo el gobierno de Duarte, se ocultó la magnitud del crimen, reportando solo seis cuerpos en lugar de los 19 que se habían encontrado.
Este encubrimiento fue considerado como un acto de desaparición forzada. De acuerdo con las investigaciones de la Fiscalía General del Estado de Veracruz, Duarte había ordenado manipular las investigaciones para ocultar la magnitud del crimen y desinformar a la sociedad sobre los hechos. Este delito fue uno de los que le permitió que se dictara una prisión preventiva en 2022, aunque finalmente se desestimó la declaración del exsecretario de Seguridad Pública Arturo Bermúdez Zurita, quien había afirmado haber actuado bajo tortura.
Reacciones políticas y posibles implicaciones
El fallo de absolución ha sido una bomba política en Veracruz y en el ámbito nacional. Para el gobernador Cuitláhuac García, la decisión judicial fue una muestra de lo que él considera una manipulación política dentro del Poder Judicial de Veracruz. A través de sus redes sociales, García expresó que, aunque esta resolución es un golpe para los veracruzanos, «no está dicha la última palabra».
El caso también plantea serias preguntas sobre la reforma judicial en México. ¿Qué tan independientes son los jueces en Veracruz? ¿Qué tan fácil es que la influencia política empañe decisiones judiciales importantes? La abogada Lupita Hinojosa señaló que la absolución fue dictada por un juez del Poder Judicial estatal y no del Poder Judicial federal, lo que significa que la reforma judicial que muchos exigen tal vez no sea la respuesta en este caso.
¿Qué le espera a Javier Duarte?
A pesar de su absolución del delito de desaparición forzada, Duarte sigue enfrentando otros cargos, como el lavado de dinero y la asociación delictuosa, por los cuales fue sentenciado a nueve años de prisión. En teoría, podría salir de la cárcel dentro de dos años, si se cumplen todas las condiciones de su condena, ya que ha cumplido las dos terceras partes de su pena.
Sin embargo, no se descarta que se presenten impugnaciones por parte de la Fiscalía General del Estado de Veracruz, que aún podría recurrir esta resolución judicial. Así que el futuro de Javier Duarte aún está lejos de estar resuelto, y el impacto de este caso probablemente seguirá siendo un tema de debate en la política veracruzana y en el Poder Judicial mexicano.
¡Únete a nuestro canal en WhatsApp! Las noticias más relevantes del día directamente en tu dispositivo móvil.
TE PODRÍA INTERESAR