En un operativo que parece sacado de una serie policiaca, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, reveló una compleja red financiera que usaba estudiantes y personas de bajos ingresos como intermediarios para lavar dinero en 13 casinos de México, entre ellos dos vinculados a Grupo Salinas.
La investigación, encabezada por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y la Procuraduría Fiscal de la Federación, destapó un entramado transnacional que conectaba fichas de juego, plataformas digitales y transferencias internacionales hacia países como Rumanía, Suiza y Emiratos Árabes Unidos.
Dinero sucio disfrazado de apuestas
Según García Harfuch, el mecanismo era sofisticado pero ingenioso:
los recursos ilícitos se “limpiaban” mediante compras masivas de fichas, pagos simulados de consultorías o donativos falsos. Posteriormente, el dinero se dispersaba entre empresas fachada y cuentas bancarias nacionales e internacionales.
El uso de intermediarios sin actividad económica visible, como jóvenes universitarios o personas desempleadas, permitía dar apariencia de legalidad a los movimientos. “Se simulaban operaciones legítimas, reduciendo el riesgo de detección”, explicó Harfuch en un video difundido por la SSPC.
El rol de la inteligencia artificial en la nueva etapa
La UIF anunció que este caso marca el inicio de una nueva estrategia basada en modelos predictivos e inteligencia artificial.
El objetivo: detectar comportamientos financieros anómalos antes de que los recursos ilícitos penetren el sistema bancario.
Con el apoyo del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, México busca fortalecer la cooperación internacional y cumplir los estándares del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) en materia de prevención de lavado de dinero.
Estados bajo la lupa
Los casinos implicados operaban en Jalisco, Nuevo León, Sinaloa, Sonora, Baja California, Estado de México, Chiapas y la Ciudad de México.
Se identificaron casinos digitales que procesaban pagos en línea mediante agregadores tecnológicos con sede en Malta y Emiratos Árabes Unidos, fuera del alcance regulatorio mexicano.
De la reacción a la prevención inteligente
Las acciones derivadas incluyen la suspensión de operaciones, bloqueo de cuentas bancarias, y denuncias ante la Fiscalía General de la República por delitos fiscales y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
García Harfuch enfatizó que el nuevo enfoque “pasa de la sanción a la prevención inteligente”, garantizando que el sector de juegos y apuestas opere bajo los más altos estándares de transparencia.
Este caso no solo exhibe las grietas del sistema financiero mexicano, sino también el poder de la inteligencia y la tecnología cuando se utilizan con un fin: proteger la integridad económica del país.


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