El viernes pasado, la Sierra Tarahumara fue testigo de un momento que resonará en la memoria colectiva: la devolución de tierras ancestrales a dos comunidades rarámuris, Guasachique y Bosques de San Elías Repechique. A través de dos decretos, se reconoció la propiedad comunal de 1,485 hectáreas para Guasachique y 693 hectáreas para Repechique, resarciendo agravios históricos.
Un ritual de respeto y simbolismo
Antes de entregar los decretos, la Presidenta participó en una ceremonia tradicional dirigida por líderes indígenas, girando alrededor de un altar con tres cruces y hincándose en señal de humildad. Este acto no solo evidenció un profundo respeto por las tradiciones rarámuris, sino que envió un mensaje de justicia y compromiso con los pueblos originarios.
Los retos de la Sierra Tarahumara: entre el despojo y la resistencia
La región ha sido escenario de disputas territoriales, agravadas por intereses económicos y sociales. Grandes extensiones de tierras han sido acaparadas por élites locales con títulos de propiedad cuestionables, mientras las comunidades indígenas han enfrentado despojos históricos que las han marginado social y económicamente.
El impacto de los decretos
La restitución de tierras es más que un acto simbólico. Representa:
- Reconocimiento legal: Garantiza el uso, disfrute y disposición de las tierras bajo los sistemas normativos indígenas.
- Fortalecimiento comunitario: Devuelve a los rarámuris el control de recursos esenciales para su subsistencia.
- Justicia histórica: Repara parte del daño causado por siglos de exclusión y despojo.
El Plan de Justicia para los pueblos indígenas de Chihuahua
La entrega de tierras es parte de un ambicioso Plan de Justicia Integral que busca mejorar las condiciones de vida de los pueblos originarios.
Avances clave del plan
- Infraestructura vial:
- Construcción de caminos artesanales para conectar comunidades.
- Desarrollo de un camino especial entre Chihuahua y Sinaloa.
- Educación:
- Recursos adicionales para el programa La Escuela es Nuestra.
- Salud:
- Fortalecimiento de Centros de Salud en la región.
- Inversión:
- Hasta ahora, se han destinado 4,720 millones de pesos al plan, con varios proyectos aún en marcha.
Pendientes agrarios
Además de los dos decretos, el Gobierno trabaja en la resolución de otros nueve asuntos agrarios que afectan a comunidades indígenas en la Sierra.
La Cuarta Transformación y la justicia social
La Presidenta resumió el espíritu del evento con una frase que captura la esencia de la Cuarta Transformación:
“La justicia es la esencia de la Cuarta Transformación, la justicia social, sobre todo.”
Este acto reafirma que el progreso no puede construirse sobre el despojo ni la marginación. Por el contrario, debe basarse en el reconocimiento y la dignificación de los pueblos originarios, quienes son guardianes del México profundo.
Un modelo para toda la nación
El evento en la Sierra Tarahumara no solo beneficia a Guasachique y Repechique, sino que establece un precedente nacional.
- Reconocimiento cultural: Promueve la valorización de las tradiciones indígenas.
- Justicia redistributiva: Marca un camino hacia la reparación de daños históricos.
- Compromiso político: Refuerza la importancia de incluir a los pueblos originarios en la agenda de desarrollo nacional.
Conclusión: dignidad y justicia para los pueblos indígenas
La devolución de tierras a las comunidades rarámuris es un acto que trasciende el simbolismo. Representa un paso concreto hacia un México más justo y equitativo, donde las voces de los pueblos originarios sean escuchadas y respetadas.
En un país tan diverso como el nuestro, este tipo de acciones no solo son necesarias, sino que son un recordatorio de que la justicia social es la base del verdadero progreso.
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