Las primeras siete semanas del nuevo gobierno han generado más preguntas que respuestas. Mientras se esperaba un cambio significativo en políticas públicas, lo que ha prevalecido es la continuidad de estrategias que han mostrado ser ineficientes. ¿Es esto lo que el país necesita para enfrentar sus desafíos más urgentes?
La crisis de inseguridad: Una estrategia fallida
El problema de la violencia sigue siendo uno de los mayores retos para México. Datos del Inegi revelan un aumento significativo en homicidios:
- Entre 2013 y 2017, se registraron 120,473 homicidios.
- De 2019 a 2023, la cifra aumentó a 174,673, una diferencia alarmante de más de 54 mil casos.
¿Qué necesita cambiar?
Continuar con la misma estrategia sin reconocer su fracaso no solo pone en riesgo la seguridad de la población, sino también la relación bilateral con Estados Unidos. La amenaza de imponer sanciones comerciales en respuesta al tráfico de drogas y la violencia transfronteriza podría tener un impacto devastador.
Educación en la cuerda floja: Entre errores y prioridades cuestionables
El presupuesto para la educación superior pública ha vuelto a ser un tema polémico. En 2018, un intento similar de recortar los recursos a la UNAM generó una fuerte oposición. Ahora, el presupuesto 2025 ha repetido el error, afectando a instituciones clave mientras se incrementa el financiamiento a las Universidades del Bienestar, cuyo desempeño ha sido ampliamente cuestionado.
Cifras preocupantes:
- Las Universidades del Bienestar recibirán un incremento del 93%, equivalente a 1,400 millones de pesos adicionales.
- Instituciones como la UNAM y el Politécnico han quedado con presupuestos ajustados, lo que pone en riesgo proyectos fundamentales para el desarrollo del país.
Pobreza y transferencias monetarias: ¿Solución o paliativo?
El enfoque en transferencias monetarias como eje central de la política social ha mostrado ser insuficiente para combatir la pobreza estructural. Datos del Coneval evidencian un deterioro en los indicadores sociales entre 2016 y 2022:
- 400 mil personas más en pobreza extrema.
- Aumento de 7.2 millones en la población vulnerable por carencias sociales.
- 31 millones de personas adicionales sin acceso a servicios de salud.
¿Qué se necesita?
Una política social efectiva requiere un enfoque integral que incluya:
- Atención a la salud y la educación de los sectores más vulnerables.
- Creación de empleos formales y bien remunerados.
- Inversión en infraestructura que genere desarrollo sostenible.
La sombra del pasado: Influencia y controversias
La influencia del gobierno anterior sigue siendo evidente en decisiones clave, desde reformas constitucionales hasta nombramientos polémicos. Un ejemplo reciente es el reconocimiento a Hugo López Gatell, señalado como responsable de la mala gestión de la pandemia.
¿Un freno al cambio?
La continuidad de figuras y políticas asociadas al gobierno anterior plantea un desafío para la credibilidad y autonomía del nuevo gobierno.
La necesidad de un cambio real
El panorama actual demanda decisiones audaces y cambios significativos en la estrategia gubernamental. La seguridad, la educación y la política social no pueden seguir manejándose con tácticas que han demostrado ser ineficaces.
Es crucial que el gobierno no solo reconozca los errores del pasado, sino que también adopte medidas basadas en evidencia y enfoque integral para resolver los problemas de fondo.
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