En sus 80 años de historia, las Naciones Unidas (ONU) nunca han tenido a una mujer como secretaria general, un hecho que varios líderes mundiales califican como un símbolo de la desigualdad de género en la diplomacia internacional. Con el fin del mandato de António Guterres en 2026, crecen las voces que reclaman un cambio histórico.
Un cargo dominado por hombres desde 1945
Nueve personas han ocupado el cargo de secretario general de la ONU desde la fundación del organismo en 1945, todas ellas hombres. A lo largo de este tiempo, solo cinco mujeres han presidido la Asamblea General, incluida la actual presidenta, lo que evidencia la falta de representación femenina en las más altas instancias de la ONU.
“Ya es hora de que una mujer sea elegida secretaria general de la ONU”, afirmó Alar Karis, presidente de Estonia, durante la reciente Asamblea General. La mandataria de Eslovenia, Nataša Pirc Musar, coincidió en la necesidad de abrir el camino: “Al final de este periodo de sesiones, debería acompañarla una señora secretaria general electa. Hagamos historia”.
Un proceso de selección cuestionado
El Consejo de Seguridad, compuesto por 15 miembros —incluidos los países con derecho de veto: Reino Unido, China, Francia, Rusia y Estados Unidos—, es el órgano encargado de recomendar a un candidato que luego debe ser ratificado por la Asamblea General.
Aunque en 2015 se implementaron medidas para transparentar el proceso, como la invitación a los Estados miembros a proponer candidatos y la distribución de currículos, las negociaciones siguen ocurriendo en gran medida a puerta cerrada. Esto ha generado críticas sobre la falta de apertura y representatividad en la designación del cargo más alto de la ONU.
Argumentos a favor de la igualdad de género
El presidente de Mongolia, Ukhnaagiin Khürelsükh, señaló que garantizar la participación de las mujeres en cargos de liderazgo de la ONU tendría un impacto positivo en procesos de toma de decisiones más inclusivos y equilibrados.
Por su parte, líderes latinoamericanos subrayaron que además de la equidad de género, es momento de respetar la rotación geográfica en la elección. “Nuestra región tiene la diversidad, capacidad y experiencia para levantar una voz firme en favor de la paz, la justicia climática, los derechos humanos y el desarrollo sostenible”, dijo el presidente dominicano, Luis Abinader.
América Latina impulsa candidaturas
El presidente de Chile, Gabriel Boric, presentó oficialmente la candidatura de Michelle Bachelet, ex presidenta chilena y ex alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos. Boric destacó que su experiencia como jefa de Estado y su trayectoria en organismos internacionales la convierten en una opción sólida para dirigir la ONU: “Este es el tiempo de América Latina y el Caribe”.
En paralelo, el argentino Rafael Grossi, actual jefe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), expresó su intención de competir por el puesto, lo que coloca a América Latina como una región con aspirantes de peso para la sucesión de Guterres.
Un 2026 decisivo para la ONU
El próximo secretario general será elegido en 2026 y asumirá funciones el 1 de enero de 2027. Para muchos países, el reto no es solo elegir a una persona con capacidad diplomática, sino dar una señal clara de modernización, equidad y credibilidad en un momento en que la ONU enfrenta críticas por su capacidad de respuesta ante conflictos globales.
La pregunta que dominará los próximos meses es clara: ¿será 2026 el año en que la ONU finalmente tenga a su primera secretaria general mujer, rompiendo con ocho décadas de tradición masculina?


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