El dicho popular “Mal comienza la semana para quien ahorcan en lunes” parece describir los primeros meses de la administración de Claudia Sheinbaum, quien sin duda ha dado inicio a su gobierno enfrentando una serie de retos que parecen haberla tomado por sorpresa.
Los problemas heredados del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, como un Pemex quebrado, un déficit fiscal creciente y una infraestructura en declive, no solo han limitado su margen de maniobra, sino que también han puesto a prueba su capacidad para tomar decisiones estratégicas y basadas en la realidad.
Economía al límite: los retos fiscales de México
Pemex y las finanzas públicas: López Obrador entregó a Pemex en un estado crítico. La empresa, que alguna vez fue símbolo de riqueza nacional, ahora representa un riesgo para la estabilidad fiscal del país. Sin una estrategia clara de capitalización o restructuración, los efectos negativos en las finanzas públicas son inminentes.
Déficit fiscal insostenible: El presupuesto para 2025 proyecta un déficit fiscal que deberá ser financiado con más deuda, lo que pone en riesgo la estabilidad económica del país. La falta de ingresos suficientes y el gasto desmedido en programas sociales y proyectos faraónicos, como el Tren Maya, agravan la situación.
Infraestructura, salud y educación: sistemas en crisis
Infraestructura rezagada: La falta de inversión en comunicaciones y electricidad ha comenzado a limitar el desarrollo en varias regiones del país. Si no se toman medidas urgentes, esta situación seguirá alejando inversiones clave y afectando el crecimiento económico.
Sistema de salud en abandono: El desabasto de medicamentos y la precariedad de los servicios de salud son un legado del gobierno anterior. Sin un plan claro para revertir esta situación, millones de mexicanos seguirán enfrentando dificultades para acceder a atención médica de calidad.
Educación en el olvido: La educación pública, que debería ser un pilar del desarrollo, continúa en el abandono. No se han implementado estrategias efectivas para mejorar la calidad educativa ni para reducir el rezago en infraestructura escolar.
Seguridad y gobernanza: el reto más grande
El país enfrenta una crisis de seguridad sin precedentes. El crimen organizado controla grandes extensiones del territorio, lo que ha llevado a una escalada de violencia con altos costos humanos y económicos. Sheinbaum necesita acciones contundentes para recuperar la confianza de la ciudadanía y restablecer el Estado de derecho.
Un gobierno en busca de rumbo
A diferencia de López Obrador, cuyo discurso le permitió navegar su sexenio con altas cuotas de popularidad, Sheinbaum no cuenta con ese bono de confianza. La realidad económica y social exige diagnósticos precisos y acciones basadas en estrategias viables, no en ideologías ni ocurrencias.
El modelo del «segundo piso» de la 4T, basado en improvisación y retórica, no será suficiente. El país necesita liderazgo real y soluciones que aborden los problemas estructurales que limitan el desarrollo de México.
Tiempo de decisiones
México enfrenta una encrucijada. Para evitar una crisis mayor, la administración de Sheinbaum deberá priorizar la creación de un sistema fiscal sostenible, mejorar la seguridad y fortalecer la infraestructura. Los próximos meses serán cruciales para definir si el gobierno logra adaptarse a la realidad o si repite los errores del pasado.
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