En una reciente conferencia mañanera, la presidenta Claudia Sheinbaum compartió detalles sobre su relación con figuras clave del actual gobierno de la Cuarta Transformación (4T). A través de un relato personal, Sheinbaum evocó el primer encuentro con Jesús Ramírez Cuevas, actual coordinador de asesores y exvocero de la Presidencia de la República, y con Edgar Amador Zamora, subsecretario de Hacienda y Crédito Público.
Lo curioso de este vínculo no es solo su origen en el ámbito político, sino que se remonta a 1986, cuando ambos compartían una lucha común como estudiantes en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El Contexto del Movimiento Estudiantil de 1986
En 1986, la UNAM vivió un periodo crucial de cambios. Bajo la dirección del rector Jorge Carpizo MacGregor, se plantearon reformas a los estatutos de la universidad, las cuales incluían la implementación de cuotas de inscripción, colegiaturas y la eliminación del pase automático entre preparatorias y universidades. Estas reformas fueron vistas como una amenaza al carácter público y gratuito de la institución, lo que desató un fuerte movimiento estudiantil.
Claudia Sheinbaum, entonces estudiante de la Facultad de Ciencias, y Jesús Ramírez, quien estudiaba en el CCH Naucalpan, se unieron a este movimiento en defensa de la educación pública y gratuita. También Edgar Amador, de la Facultad de Economía, formó parte de este frente. Juntos, participaron activamente en el Consejo Estudiantil Universitario, una organización que se levantó para frenar las modificaciones propuestas por el rector Carpizo.
La Larga Trayectoria de los Tres Líderes
Lo que comenzó como una lucha estudiantil por la educación pública terminó siendo el germen de una relación de amistad que, con el tiempo, marcaría el rumbo de la política en México. Sheinbaum destacó cómo los tres jóvenes compartieron ideales, y cómo esa conexión trascendió el contexto universitario para influir en sus trayectorias políticas.
«Jesús tiene principios muy firmes de la 4T», comentó Sheinbaum, refiriéndose a la ideología de la Cuarta Transformación impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador. La fortaleza de los ideales de Ramírez, según la presidenta, está basada en una trayectoria de lucha social que se forjó en sus primeros años como activista estudiantil.
La Larga Historia de la 4T: De la Lucha Estudiantil a la Política Nacional
El Consejo Estudiantil Universitario, que nació en 1986 como una respuesta a las reformas educativas de Carpizo, sentó las bases de una movilización que fue más allá de las aulas. A lo largo de los años, sus miembros continuaron con su activismo político, participando en diversos movimientos sociales y, finalmente, en la política nacional, donde se integraron al proyecto de la 4T.
Este episodio histórico ilustra cómo los ideales de la izquierda mexicana y la lucha por la justicia social se gestaron en los pasillos universitarios, mucho antes de que AMLO se convirtiera en presidente. La relación entre Sheinbaum, Ramírez y Amador es un testimonio de cómo las luchas estudiantiles se transformaron en un motor para cambiar el país.
Principios Fundamentales de la 4T: Un Proyecto Colectivo
Durante su relato, Sheinbaum también reflexionó sobre los principios que guían la 4T, un proyecto colectivo que ha tenido como eje central la transformación del país mediante la justicia social, la equidad y la lucha contra la corrupción. «El camino hacia la 4T no ha sido fácil, pero siempre ha sido guiado por nuestros principios de justicia», afirmó la presidenta, enfatizando la importancia de una lucha común por el bienestar de todos los mexicanos.
Los ideales forjados en esos años de activismo estudiantil siguen siendo la base del proyecto político que, a través de figuras como Sheinbaum, Ramírez y Amador, ha llegado a lo más alto de la política nacional. Cada uno de ellos, en su respectiva posición, continúa promoviendo la transformación del país bajo estos principios fundamentales.
La Influencia de la Larga Trayectoria Estudiantil en la Política Actual
Lo fascinante de este relato es cómo los orígenes de la 4T se encuentran en los movimientos estudiantiles de la UNAM, una universidad que ha sido cuna de muchos de los líderes políticos más influyentes de México. El encuentro de Sheinbaum, Ramírez y Amador no solo fue significativo para sus trayectorias personales, sino que también reflejó cómo las luchas por una educación gratuita y justa han dejado una huella en el destino del país.
A través de sus recuerdos, la presidenta también destacó cómo esos ideales siguen vivos en las políticas públicas actuales, donde la defensa de lo público sigue siendo un eje crucial. Los tres, ahora en el corazón del gobierno de la 4T, continúan trabajando en el mismo sentido de justicia social que los unió en su juventud.
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