En la arena política mexicana, la lucha por el poder no es un fenómeno nuevo, pero los recientes enfrentamientos entre los líderes de MORENA en el Senado y la Cámara de Diputados han captado la atención de todos. Este conflicto, protagonizado por figuras clave de la 4T, no solo refleja tensiones internas, sino que también nos lleva a reflexionar sobre la psicología de la ambición.
La política como escenario de lucha: un pleito en MORENA
Desde el inicio del sexenio pasado, Ricardo Monreal, exgobernador de Zacatecas, y Adán Augusto López, paisano de AMLO y exsecretario de Gobernación, han tenido una relación llena de altibajos. Ambos buscaron consolidar su lugar como líderes indiscutibles en la Cuarta Transformación, pero su afán por destacarse los ha llevado a un choque abierto.
La disputa escaló cuando Monreal, decidido a ser el candidato presidencial, comenzó a diferir públicamente con López. Aunque ambos intentaron mantenerse en la misma línea oficialista, sus diferencias ideológicas y ambiciones personales no tardaron en salir a la luz.
Psicología de la ambición: el afán de poder
Como psicóloga, no me es ajena la complejidad de la mente humana, especialmente cuando se trata de quienes buscan insaciablemente el poder. Según el psicoanalista Alfred Adler, el afán de dominar a los demás puede ser el núcleo de muchos trastornos psicológicos.
Este deseo de control no solo genera sufrimiento personal, sino también conflictos que impactan negativamente en las relaciones humanas y en la sociedad en general. En el caso de los líderes políticos, estas luchas por el poder suelen tener consecuencias desoladoras, dejando a su paso un rastro de divisiones y desacuerdos.
MORENA: entre la unidad y la fragmentación
El partido oficialista enfrenta uno de sus mayores retos desde su fundación. La pugna entre Monreal y López no es solo una lucha por el liderazgo, sino también una prueba para el futuro de MORENA.
Si bien el partido ha logrado consolidar su hegemonía política en los últimos años, los conflictos internos podrían debilitar su cohesión. El próximo año será crucial para determinar si MORENA puede superar estas tensiones y mantenerse como un proyecto sólido de cara a las elecciones de 2024.
El costo de la ambición desmedida
La historia política y psicológica muestra que los enfrentamientos entre líderes ambiciosos rara vez terminan bien. Como menciona Adler, las sociedades que priorizan el bien común y la empatía sobre la ambición individual son más saludables y sostenibles.
En este caso, el choque entre los “machos alfa” de MORENA podría tener repercusiones profundas para el partido y para el proyecto de la 4T. La pregunta es si estos líderes serán capaces de dejar a un lado sus diferencias por el bien de su partido y del país.
¿Qué sigue para MORENA y la política mexicana?
El próximo año será decisivo para entender cómo se resolverán estas tensiones internas. La política mexicana ha demostrado ser un campo impredecible, donde las alianzas y las rivalidades pueden cambiar de un día para otro.
Sin embargo, más allá de los resultados, este conflicto nos recuerda que la ambición desmedida no solo afecta a los líderes involucrados, sino también a los ciudadanos que esperan soluciones reales a los problemas del país.
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