En una reciente conferencia de prensa, Alejandro “Alito” Moreno, líder nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), expresó su profunda preocupación por la actual presidencia del Senado, ocupada por Gerardo Fernández Noroña. Moreno no escatimó en calificativos, señalando que es “lamentable que un barbaján que no tiene capacidad para construir acuerdos y consensos esté al frente del Senado”.
Un Senado en tensión
La relación entre ambos políticos ha sido tensa desde hace meses. El 31 de octubre de 2024, durante una sesión en la que se discutía la reforma de Supremacía Constitucional, Moreno descendió de su curul para encarar a Fernández Noroña en la Mesa Directiva del Senado. La confrontación se originó cuando Noroña negó el uso de la palabra a los senadores priistas, lo que llevó a Moreno a acusarlo de no respetar el proceso legislativo.
Acusaciones mutuas
La tensión escaló cuando Fernández Noroña respondió a las críticas de Moreno, sugiriendo que el líder priista debería estar en prisión y que su permanencia en libertad no contribuiría a la desaparición del PRI. Estas declaraciones intensificaron el conflicto, llevando a Moreno a cuestionar la autoridad moral y política de Noroña.
La reforma judicial como telón de fondo
Este enfrentamiento se da en el contexto de la aprobación de una controvertida reforma judicial que permite la elección de jueces por voto popular. La reforma, impulsada por Morena, ha generado preocupación en la oposición, que teme por la independencia del poder judicial. La aprobación de esta reforma fue posible gracias al apoyo de algunos senadores de oposición y la ausencia de otros, lo que ha sido motivo de críticas y sospechas sobre las tácticas empleadas.
La postura del PRI
Alejandro Moreno ha sido enfático en su rechazo a la reforma y a las tácticas utilizadas para su aprobación. Ha acusado al oficialismo de presionar y coaccionar a legisladores de la oposición para obtener los votos necesarios. Además, ha señalado que la actitud de Fernández Noroña, a quien califica de «porrista» de Morena, denigra al Senado y afecta la imagen de México a nivel internacional.
Llamado a la institucionalidad
Moreno ha instado a Fernández Noroña a comportarse con la dignidad que exige su cargo y a representar a todos los senadores, no solo a un partido político. Ha enfatizado la necesidad de respetar la ley y el reglamento interno del Senado para garantizar un proceso legislativo justo y transparente.
La confrontación entre Alejandro Moreno y Gerardo Fernández Noroña refleja las profundas divisiones políticas en México y pone de manifiesto la importancia de la institucionalidad y el respeto mutuo en el ejercicio del poder legislativo. La ciudadanía espera que sus representantes actúen con responsabilidad y compromiso, priorizando el bienestar del país sobre intereses partidistas.
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