Este sábado, colectivos de activistas desplegaron una manta monumental frente al Palacio de Bellas Artes para exigir al gobierno federal una reforma fiscal dirigida a los multimillonarios del país. La protesta, organizada por integrantes de la Alianza contra la Desigualdad, entre ellos Accionar y el colectivo Por las 40 horas, busca llamar la atención sobre la concentración de la riqueza y la necesidad de un sistema impositivo más justo.

En la manta se podía leer: “Claudia no queremos milagros. Queremos impuestos a los multimillonarios”, un mensaje dirigido a la presidenta Claudia Sheinbaum, resaltando la demanda de justicia y equidad fiscal.

Argumentos de los activistas

Los participantes señalaron que el gobierno federal tiene la oportunidad histórica de convertirse en la voz de los pueblos que claman justicia, y no en el representante de las élites que perpetúan la desigualdad. Aline Zunzunegui, coordinadora de la alianza, destacó que el objetivo principal es que se implemente un impuesto progresivo sobre las grandes fortunas de los 15 multimillonarios más ricos de México.

Según los activistas, durante los últimos 20 años, la mayoría de la población ha pagado más en Impuesto Sobre la Renta que los multimillonarios, quienes concentran niveles obscenos de riqueza mientras gran parte de la ciudadanía vive en condiciones de precariedad.

Datos sobre concentración de la riqueza

La evidencia presentada por los colectivos revela que la desigualdad económica en México es significativa. De acuerdo con Oxfam México, el 60 por ciento de la riqueza del país se concentra en manos de apenas 294 mil personas, equivalentes al 0.2 por ciento de la población. Mientras tanto, el 10 por ciento más pobre recibe apenas el 2 por ciento del ingreso nacional.

Los activistas destacan que la implementación de un impuesto sobre grandes fortunas podría generar recursos sustanciales para el país. Por ejemplo:

• Con un impuesto del 8 por ciento, se podrían recaudar aproximadamente 247 mil millones de pesos al año.
• Un impuesto del 5 por ciento permitiría recaudar 179.1 mil millones.
• Con un 2 por ciento, los ingresos podrían ascender a más de 71.6 mil millones anuales, considerando únicamente el valor de acciones y empresas que poseen los multimillonarios.

Impacto potencial de la redistribución

La implementación de este tipo de impuestos progresivos no solo aumentaría la recaudación fiscal, sino que también podría servir como un mecanismo de redistribución de la riqueza, contribuyendo a reducir la brecha económica y mejorar las condiciones de vida de millones de personas.

Los activistas enfatizaron que “no hay justicia sin redistribución, y no hay redistribución sin impuestos justos”, subrayando que la desigualdad extrema no solo es un problema económico, sino también social y ético.

Llamado al gobierno federal

El mensaje dirigido a la presidenta Claudia Sheinbaum es claro: impulsar un impuesto a los multimillonarios sería un paso concreto para promover la equidad y la justicia social. Los colectivos consideran que esta medida podría fortalecer el sistema fiscal del país y garantizar que quienes concentran mayores recursos también contribuyan de manera proporcional al bienestar de la sociedad.

La protesta frente a Bellas Artes refleja el creciente descontento ciudadano ante la desigualdad y busca generar un debate público sobre la necesidad de reformas fiscales más efectivas y equitativas.

Contexto de la desigualdad en México

La concentración de la riqueza en México ha sido motivo de preocupación durante años. Según diversos estudios, mientras una minoría posee grandes fortunas, una gran parte de la población enfrenta dificultades para cubrir necesidades básicas como educación, salud y vivienda. Esta situación ha llevado a diversos colectivos a exigir medidas fiscales que permitan una mayor justicia económica y la reducción de las brechas sociales.

La caravana y manifestación frente al Palacio de Bellas Artes demuestra la urgencia de atender la desigualdad en México mediante impuestos justos a los multimillonarios. La propuesta de la Alianza contra la Desigualdad y otros colectivos apunta a generar recursos significativos que podrían invertirse en políticas públicas para mejorar la vida de quienes más lo necesitan.

La demanda enfatiza que la verdadera justicia fiscal no solo depende de la recaudación, sino de la capacidad del gobierno de implementar medidas progresivas y equitativas, asegurando que las grandes fortunas contribuyan al desarrollo del país y a la reducción de la desigualdad. Este tipo de acciones reflejan la importancia de un sistema tributario que busque equidad y responsabilidad social, mostrando que la redistribución de la riqueza es clave para un México más justo y solidario.