La mañana comenzó gris en Kiev, pero Volodimir Zelensky sabía que debía encender otro tipo de fuego: el diplomático. Al otro lado de la línea, en Nueva Delhi, el primer ministro indio, Narendra Modi, escuchaba con atención.
“Es importante que todos los líderes con influencia sobre Rusia envíen las señales correctas”, dijo Zelensky, con la voz firme. Su mensaje no era ambiguo: India debía reducir la compra de petróleo ruso, uno de los principales motores económicos que permiten a Moscú sostener la invasión a Ucrania.
La presión internacional aumenta
Estados Unidos ha respaldado el pedido ucraniano con medidas contundentes. La semana pasada, la Casa Blanca impuso aranceles de hasta el 50% a las importaciones desde India, buscando forzar un alejamiento de Moscú. Aunque Modi ha mantenido lazos comerciales con Rusia, el contexto geopolítico presiona cada vez más para un cambio.
“Todo lo referente a Ucrania debe decidirse con la participación de Ucrania”, insistió Zelensky, dejando claro que no aceptará negociaciones en las que su país no esté en la mesa.
Ucrania entre la resistencia y la diplomacia
Las encuestas en Kiev revelan un país firme, pero dividido en estrategias. El 76% de los ucranianos rechaza ceder territorios ocupados, mientras que un 54% aceptaría congelar las operaciones militares en la línea actual de combate.
Para algunos, como Vitali, un programador de 36 años, la única salida es pragmática: “Tal vez tengamos que ceder algo, pero con garantías sólidas de seguridad”. Otros, en cambio, ven cualquier concesión como una derrota irreversible.
El tablero internacional y el papel de India
India, con su creciente peso económico, se ha convertido en un actor clave. Su relación comercial con Rusia, especialmente en petróleo, le otorga una posición de influencia única. Para Zelensky, este vínculo podría ser un arma diplomática contra el Kremlin, siempre que Nueva Delhi decida limitarlo.
La reunión prevista entre Modi y Zelensky en septiembre, durante la Asamblea General de la ONU en Nueva York, será una cita crucial para medir el compromiso indio con la causa ucraniana.
El riesgo de un alto el fuego temporal
Analistas como Vitali Portnikov advierten que un alto el fuego sin concesiones reales de Moscú sería solo una pausa estratégica para Rusia. “Tarde o temprano, volvería con más fuerza”, señaló.
Por eso, para Kiev, cortar el flujo de ingresos de Moscú, especialmente el petrolero, es una de las pocas herramientas que podrían forzar a Putin a replantear su estrategia.
Más allá de la política, la esperanza
En las calles de Kiev, la gente sigue su vida con una mezcla de resignación y esperanza. Algunos confían en que las próximas reuniones internacionales abran un camino hacia la paz. Otros, simplemente, quieren que el mundo entienda que cada barril de petróleo vendido a Rusia es combustible para los misiles que caen sobre Ucrania.
El llamado de Zelensky a Modi no es solo un movimiento político: es un recordatorio de que la guerra se libra en muchos frentes, y que el comercio, como las armas, puede decidir su rumbo.


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