Donbás Ucrania volvió a convertirse en el epicentro del debate diplomático internacional luego de que el presidente Volodímir Zelensky dejara claro que no está dispuesto a renunciar a esa región estratégica del este del país, pese a que Rusia lo exige como condición clave para avanzar hacia un acuerdo de paz. En un mensaje directo y sin ambigüedades, el mandatario ucraniano reafirmó que la soberanía territorial no es negociable.
En declaraciones realizadas durante la madrugada a medios ucranianos, Zelensky explicó que el principal obstáculo para poner fin a la guerra es la exigencia del Kremlin de que Ucrania entregue la totalidad del Donbás, incluyendo las regiones de Donetsk y Lugansk que Moscú no ha logrado ocupar completamente por la vía militar desde el inicio de la invasión en 2022.
Donbás Ucrania y la línea roja de Zelensky
“Nuestra posición es pragmática, realista y justa”, afirmó Zelensky, dejando claro que Kiev no aceptará un acuerdo que implique perder el control del Donbás. Según el presidente, Estados Unidos ha propuesto una alternativa intermedia: la creación de una zona libre económica en los territorios en disputa. Sin embargo, subrayó un punto clave que busca evitar interpretaciones erróneas.
Zelensky enfatizó que una zona económica especial no significaría en ningún caso que esos territorios quedarían bajo control de la Federación Rusa. Para Kiev, cualquier esquema de reconstrucción o incentivo económico debe darse dentro del marco de la soberanía ucraniana, un principio que se mantiene firme pese a la presión internacional.
Estados Unidos, mediación y falta de consenso
El presidente ucraniano reconoció que aún no existe un consenso total con Washington sobre la postura final que se presentará a Moscú. Aunque Estados Unidos ha asumido el rol de árbitro en las negociaciones, las diferencias persisten, especialmente en torno a la cuestión territorial.
Donald Trump, actual presidente estadounidense, ha manifestado en repetidas ocasiones que Ucrania está perdiendo la guerra y que debería aceptar las demandas rusas. Esta visión choca frontalmente con la postura de Zelensky, quien considera inaceptable cualquier cesión territorial como precio para la paz.
Durante reuniones celebradas en Berlín, Zelensky sostuvo encuentros con los negociadores designados por Trump, Steve Witkoff y Jared Kushner, en un esfuerzo por acercar posiciones. A estas conversaciones se sumaron líderes europeos alineados con Kiev, que respaldaron la negativa ucraniana a ceder el Donbás.
Europa, garantías de seguridad y el futuro del conflicto
Francia ha sido uno de los países más firmes en exigir garantías de seguridad sólidas antes de cualquier discusión sobre territorios. El equipo del presidente Emmanuel Macron dejó claro que Ucrania necesita protección real y verificable para evitar una nueva agresión rusa una vez que termine la guerra.
Las conversaciones en Berlín se basan en un plan estadounidense que inicialmente fue percibido como favorable a Rusia. Desde entonces, Kiev y sus aliados europeos han trabajado para modificarlo, colocando las garantías de seguridad y el estatus del Donbás como los principales puntos de fricción.
Entre las propuestas europeas se encuentra el despliegue de una fuerza internacional respaldada por Estados Unidos, destinada a disuadir a Rusia de futuras ofensivas. Moscú, sin embargo, rechaza de plano esta opción, especialmente si incluye tropas de países miembros de la OTAN.
Donbás Ucrania, símbolo de resistencia y soberanía
Más allá de su valor estratégico, el Donbás se ha convertido en un símbolo de la resistencia ucraniana y de la lucha por preservar la integridad territorial del país. Zelensky ha elogiado las nuevas garantías de seguridad ofrecidas por Washington, pero admite que persisten desacuerdos profundos sobre qué regiones, si alguna, podrían quedar bajo control ruso.
Rusia reclama la anexión de varias regiones ucranianas que no controla completamente, una exigencia que Zelensky considera inaceptable. Para el presidente ucraniano, aceptar esa condición sentaría un precedente peligroso no solo para Ucrania, sino para el orden internacional basado en normas.
En un conflicto que se acerca a su cuarto año, Donbás Ucrania sigue siendo el punto de quiebre entre la guerra y la paz. Mientras las potencias buscan un acuerdo, Kiev insiste en que no habrá negociación posible si el precio es renunciar a su territorio, reafirmando que la soberanía no se intercambia, ni siquiera en nombre del fin de la guerra.
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