El pasado 20 de enero, Donald Trump asumió nuevamente la presidencia de Estados Unidos, y con ello llegaron amenazas que reabren viejas heridas en América Latina. En sus primeros días, Trump endureció su política migratoria contra México y lanzó una advertencia directa a Panamá: recuperar el control del Canal de Panamá.
Esta declaración no solo ha generado preocupación en Panamá, sino que también ha encendido alarmas en toda la región. ¿Qué implica esta amenaza para la soberanía panameña y para América Latina en general?
Panamá y el Canal: una historia de soberanía y resistencia
Para entender la relevancia de la amenaza de Trump, es necesario mirar al pasado. El Canal de Panamá ha sido un símbolo tanto de control estadounidense como de lucha por la independencia.
La era del control estadounidense
Desde su independencia de Colombia en 1903, Panamá fue visto como un territorio estratégico por Estados Unidos. Con la construcción del Canal de Panamá, completado en 1914, el país quedó bajo la influencia directa de Washington, que operó el canal durante gran parte del siglo XX.
Los Tratados Torrijos-Carter: un triunfo de soberanía
En 1977, los “Tratados Torrijos-Carter” marcaron un hito histórico. Firmados por el presidente estadounidense Jimmy Carter y el líder panameño Omar Torrijos, los acuerdos estipularon que Panamá tomaría el control total del canal en el año 2000. Las imágenes de los marines estadounidenses abandonando las bases militares en la zona del canal se convirtieron en un símbolo de la soberanía panameña.
La amenaza de Trump: ¿retroceso geopolítico?
Durante su discurso de toma de posesión, Trump afirmó:
“China está operando el Canal de Panamá. Pero no se lo dimos a China. Se lo dimos a Panamá y lo vamos a recuperar”.
Esta declaración, cargada de simbolismo y provocación, refleja las tensiones actuales entre Estados Unidos y China por el control de puntos estratégicos en América Latina.
¿Por qué es importante el Canal de Panamá?
- Punto clave para el comercio mundial: El canal conecta el océano Atlántico y el Pacífico, siendo vital para el transporte marítimo global.
- Presencia de China: Empresas chinas han invertido en la modernización del canal, lo que ha generado preocupación en Washington.
- Control estratégico: Recuperar el canal representaría para Estados Unidos un regreso a su influencia directa en América Latina.
Reacciones en Panamá y América Latina
Las declaraciones de Trump han provocado respuestas contundentes tanto en Panamá como en la región:
Panamá: soberanía en el centro del debate
El gobierno de José Raúl Mulino ha rechazado categóricamente las amenazas de Trump, mientras figuras como Rubén Blades han llamado a tomarse en serio las palabras del presidente estadounidense.
México y América Latina: apoyo a Panamá
La presidenta mexicana Claudia Sheinbaum expresó su respaldo al pueblo panameño:
“Nuestro apoyo siempre al pueblo y al gobierno de Panamá”.
Esta postura refleja un esfuerzo por fortalecer la integración regional frente a las políticas injerencistas de Estados Unidos.
El trasfondo geopolítico: Estados Unidos, China y América Latina
La amenaza de Trump no puede analizarse sin considerar el contexto global. La influencia de China en América Latina ha crecido significativamente en las últimas dos décadas, y el Canal de Panamá se ha convertido en un punto clave de este enfrentamiento geopolítico.
China en el Canal de Panamá
- Inversiones chinas: Empresas chinas han jugado un papel crucial en la expansión del canal, lo que ha incrementado su influencia en la región.
- Tensiones con Estados Unidos: Para Washington, la presencia china en el canal representa una amenaza directa a sus intereses estratégicos.
Un llamado a la integración latinoamericana
Frente a estas tensiones, América Latina enfrenta el desafío de unirse para defender su soberanía. Organismos como la CELAC y UNASUR pueden jugar un papel clave para garantizar que las decisiones de la región no estén dictadas por potencias extranjeras.
¿Qué sigue para Panamá y la región?
La amenaza de Trump sobre el Canal de Panamá no solo pone en riesgo la soberanía panameña, sino que también plantea preguntas sobre el futuro de América Latina en un mundo multipolar.
México, Panamá y el resto de la región deben actuar con firmeza y unidad para defender sus intereses y resistir cualquier intento de intervención extranjera.En palabras del líder panameño Omar Torrijos: “Panamá es libre porque lo decidimos nosotros”.
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