El regreso de un viejo conocido con una nueva estrategia
Corría enero y las calles de Washington aún no se reponían del bullicio poselectoral cuando Donald J. Trump juró nuevamente como presidente. Pero esta vez, algo era distinto. El segundo mandato no sería una continuación, sino una refundación. Desde los primeros minutos, el mensaje fue claro: “Reducir el gobierno, restituir el poder”. Y para lograrlo, Trump no solo trajo consigo a su viejo estilo dorado, sino también a un nuevo aliado: Elon Musk.
Elon Musk y el «Departamento de Eficiencia Gubernamental»
Uno de los movimientos más inesperados fue la creación del DOGE (Departamento de Eficiencia Gubernamental), dirigido por Musk. Su misión: recortar personal, cancelar programas considerados “ineficientes” y rediseñar la burocracia federal. En cuestión de semanas, miles de empleados en periodo de prueba fueron despedidos y varias agencias vieron reducidos sus presupuestos. Fue el mayor rediseño administrativo desde la época de Franklin D. Roosevelt.
Una avalancha de decretos que reescriben las reglas
Como si el tiempo jugara en su contra, Trump firmó más decretos que ningún otro presidente, salvo Roosevelt. Algunas acciones revirtieron protecciones climáticas, otras alteraron políticas de igualdad o impulsaron deportaciones masivas. Cada firma parecía un golpe directo a los cimientos del orden federal tal como se conocía.
Deportaciones masivas: barrios bajo tensión
La política migratoria se convirtió en una campaña de acción directa. Trump envió tropas a la frontera, cerró el paso a solicitantes de asilo y redujo el ingreso legal. Los encuentros fronterizos disminuyeron, pero el costo emocional y social en comunidades inmigrantes fue severo.
Trump y la Constitución: un duelo abierto
El nuevo Trump ha puesto su atención en la reinterpretación constitucional. Quiere revocar la ciudadanía por nacimiento, limitar el poder del Congreso y establecer un nuevo enfoque sobre los fondos federales. Algunos casos ya llegaron a la Corte Suprema, donde ha tenido victorias parciales.
Aranceles y mercados: ¿protección o caos económico?
En el frente económico, el «arancel universal» del 10% sobre casi todas las importaciones causó turbulencia. Aunque Trump prometió nuevos empleos y menor dependencia china, los mercados reaccionaron con pérdidas billonarias. Los economistas advierten que este proteccionismo podría ser insostenible.
El precio de Tesla y la paradoja Musk
Tesla, otrora símbolo de sostenibilidad, se ve ahora en una contradicción. Su creador, Musk, apoya a un presidente que niega el cambio climático y promueve los combustibles fósiles. Las acciones cayeron, y aunque Trump prometió apoyo, la tensión entre discurso ambiental y política real es evidente.
Ucrania, Zelensky y la política exterior en vivo
Uno de los momentos más dramáticos ocurrió en la Oficina Oval, cuando Trump confrontó en vivo al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky. El mundo observó perplejo. Fue una escena que contrastó con la ausencia de Putin en la Casa Blanca, a quien Trump ha elogiado abiertamente.
Oro en la Oficina Oval: un símbolo del nuevo poder
En medio de esta vorágine, la estética también cambió. La Oficina Oval se convirtió en un templo dorado. Marcos, jarrones, repisas, chimenea: todo resplandece en oro. Es más que decoración; es un mensaje. Trump no solo quiere gobernar, quiere hacerlo con ostentación imperial.
El gabinete: lleno arriba, vacío abajo
Aunque Trump logró completar su gabinete con rapidez, miles de cargos menores siguen vacantes. El plan es claro: reclasificar empleados públicos para facilitar despidos y asegurarse de que cada funcionario sea leal a su visión.
¿Un legado irreversible?
Si algo está claro tras estos primeros 100 días es que Trump y Musk no han venido a administrar el gobierno, sino a rehacerlo. La pregunta no es si lo lograrán, sino qué quedará después. ¿Un sistema más ágil? ¿Una democracia más vulnerable? ¿Una economía blindada o debilitada?
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