Trump reinstala la prohibición de viajes a EE.UU. para 12 países
La noche del 3 de junio de 2025, la Casa Blanca fue testigo de un regreso a las políticas más controversiales del expresidente Donald Trump. En un movimiento que recuerda su primer mandato, firmó una orden ejecutiva que impone restricciones de viaje a ciudadanos de 12 países, reavivando las tensiones sobre seguridad nacional y libertad de movimiento.
“Debo actuar para proteger la seguridad nacional y el interés nacional de Estados Unidos y su pueblo”, pronunció Trump desde el Despacho Oval, mientras sostenía la proclamación que entra en vigor a las 12:01 am del lunes.
Una lista que revive viejas heridas
La lista de países afectados incluye Afganistán, Birmania, Chad, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen. Junto a estas restricciones, la orden también endurece las condiciones para los visitantes provenientes de Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela.
En la memoria colectiva de los estadounidenses, esta medida despierta recuerdos de 2017, cuando Trump firmó su primera prohibición de viajes. En ese entonces, el caos se apoderó de aeropuertos internacionales, dejando varados a estudiantes, profesores, empresarios y turistas, incluso a familias que solo pretendían reunirse.
El retorno de la “prohibición musulmana”
Durante su primer mandato, la llamada “prohibición musulmana” generó protestas masivas y fue objeto de batallas legales que finalmente terminaron en la Corte Suprema en 2018. La versión aprobada por el alto tribunal incluyó restricciones a ciudadanos de Irán, Somalia, Yemen, Siria y Libia, así como a funcionarios de Corea del Norte y del gobierno de Venezuela.
Ahora, con la nueva orden ejecutiva, Trump refuerza la narrativa de que ciertos países representan una amenaza a la seguridad de Estados Unidos. Según el texto firmado, la medida se basa en un informe elaborado por el Departamento de Estado, el Departamento de Seguridad Nacional y el Director de Inteligencia Nacional, quienes evaluaron las “actitudes hostiles” hacia Estados Unidos y el riesgo que representa el ingreso de ciudadanos de esos países.
Storytelling: un regreso polémico
La historia se repite. Para muchos, el recuerdo de 2017 aún está fresco. Familias separadas, estudiantes con becas canceladas, y trabajadores de la salud que no pudieron ejercer sus profesiones en Estados Unidos son solo algunos de los rostros que se vieron afectados por las medidas iniciales de Trump.
Hoy, bajo la misma retórica de “proteger a la nación”, Trump reaviva el temor de un veto migratorio masivo. Para algunos ciudadanos de los países afectados, esta nueva orden ejecutiva representa la posibilidad de perder empleos, becas académicas o la oportunidad de reencontrarse con seres queridos.
Las implicaciones legales y políticas
Aunque la orden ejecutiva entra en vigor la próxima semana, se espera que organizaciones de derechos civiles y grupos de migrantes presenten recursos legales para detener la medida, como sucedió en 2017. En aquel entonces, tribunales federales y la Corte Suprema jugaron un papel clave para definir el alcance de la restricción.
Analistas políticos consideran que esta nueva prohibición podría convertirse en un tema central en el discurso electoral, generando polarización y reactivando debates sobre inmigración, seguridad nacional y racismo institucional.
Un capítulo que vuelve a abrir heridas
El regreso de la prohibición de viajes bajo el mandato de Trump marca una nueva etapa de incertidumbre para miles de familias y estudiantes. El eco de la “prohibición musulmana” resurge en la vida de quienes aspiran a visitar, estudiar o trabajar en Estados Unidos.
Mientras tanto, el país se adentra en una nueva pugna legal y social, con la seguridad nacional como bandera y la libertad de movimiento como punto de quiebre.


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