Un regreso que marca el rumbo
El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca este 20 de enero ha despertado expectativas y preocupaciones tanto en Estados Unidos como en México. Con la amenaza de deportaciones masivas y un interés renovado en el voto hispano, su administración inicia con mensajes contundentes. Entre los eventos oficiales y las reuniones estratégicas, se perfila una relación bilateral cargada de retos.
Los aliados mexicanos en la ceremonia de Trump
En los eventos oficiales como la cena “Candlelight Dinner” y el baile de gala “Starlight Ball”, destacan figuras mexicanas como Bernardo Gómez y Alfonso de Angoitia, copresidentes de TelevisaUnivision. Estas invitaciones no son casualidad:
- El voto hispano, con 36 millones de electores, se ha convertido en un segmento clave en las elecciones estadounidenses.
- Trump parece estar en campaña desde el inicio, buscando consolidar el respaldo de los republicanos en el Congreso y gubernaturas en 2026.
Cancillería y consulados: en alerta máxima
La amenaza de Trump de deportar a millones de inmigrantes ha activado las alarmas en México. La presidenta Claudia Sheinbaum ha instruido a la red consular mexicana para estar lista ante cualquier eventualidad:
- 53 consulados mexicanos reforzaron su capacidad para apoyar a los connacionales en Estados Unidos.
- La Cancillería mexicana se mantiene en contacto directo con los consulados para ofrecer respaldo en tiempo real.
¿Un gobierno dividido en México?
Mientras tanto, en el Congreso mexicano, el partido gobernante Morena enfrenta sus propios desafíos:
- Más de 70 leyes secundarias deben ser armonizadas con las reformas constitucionales aprobadas el año pasado.
- Las divisiones internas dentro de Morena podrían complicar la aprobación de estas reformas, poniendo en duda la capacidad de mantener su histórica “aplanadora legislativa”.
México en la mira de Trump
El segundo mandato de Trump comienza con señales claras: deportaciones masivas, recalibración del voto hispano y una política migratoria más agresiva. Mientras tanto, México enfrenta un complejo panorama interno y externo:
- ¿Podrá el gobierno de Sheinbaum manejar eficazmente la relación con una administración estadounidense más dura?
- ¿Tendrá Morena la unidad suficiente para continuar impulsando su agenda legislativa?
El tiempo dirá si México está preparado para los desafíos que plantea esta nueva era.
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