Doble Homicidio de Personal de Embajada de Israel en DC: Yaron Lischinsky y Sarah Milgrim son las víctimas. FBI investiga posible ataque terrorista antisemita.
Washington D.C. amanece de luto y en máxima alerta este jueves 22 de mayo de 2025, tras el brutal asesinato a tiros de dos empleados de la Embajada de Israel, Yaron Lischinsky y Sarah Lynn Milgrim, ocurrido anoche en las afueras del Capital Jewish Museum. Un sospechoso, identificado como Elias Rodriguez, fue arrestado en la escena mientras gritaba consignas pro-palestinas, desatando una investigación federal por posible terrorismo.
La capital estadounidense se encuentra en estado de shock este jueves, tras un violento ataque que cobró la vida de dos miembros del personal diplomático israelí, Yaron Lischinsky y Sarah Lynn Milgrim, quienes además eran pareja y, según fuentes, planeaban comprometerse la próxima semana en Jerusalén. El tiroteo ocurrió en la noche del miércoles 21 de mayo, extendiéndose a las primeras horas del 22 de mayo (CT), mientras las víctimas salían de un evento en el Capital Jewish Museum.
El Ataque y las Víctimas
El evento, denominado «Recepción de Jóvenes Diplomáticos», fue organizado por el American Jewish Committee (AJC) y, paradójicamente, estaba centrado en la diplomacia humanitaria y el apoyo a los gazatíes en el contexto del actual conflicto en Oriente Medio. Según testigos y reportes policiales, el atacante se aproximó a un grupo de cuatro personas y abrió fuego, hiriendo mortalmente a Lischinsky y Milgrim.
Yaron Lischinsky era un ciudadano germano-israelí que trabajaba como asistente de investigación en la embajada, encargado de monitorear desarrollos en Oriente Medio. Sarah Milgrim, de nacionalidad estadounidense, se desempeñaba en el departamento de diplomacia pública, enfocada en las relaciones comunitarias.
El Sospechoso y el Presunto Móvil
El presunto autor de los disparos, Elias Rodriguez, un hombre de 30 años originario de Chicago, fue detenido en el lugar por el personal de seguridad del evento poco después del tiroteo. Reportes indican que, tras ser reducido, Rodriguez gritó «¡Palestina libre!» y «Lo hice por Gaza. ¡Palestina libre!». Se ha informado que Rodriguez estuvo brevemente asociado con el Partido por el Socialismo y la Liberación, un grupo de extrema izquierda, en 2017, y había participado en protestas en Chicago. La policía metropolitana de DC informó que el sospechoso había sido visto merodeando afuera del museo antes del ataque.
Reacciones y Comienzo de la Investigación
El Ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Gideon Sa’ar, y el embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, condenaron enérgicamente el ataque, calificándolo como un «acto depravado de terrorismo antisemita». El Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, fue informado del incidente y habló con la Fiscal General de EE. UU., Pam Bondi, quien le aseguró que el Presidente Donald Trump estaba personalmente «involucrado en la gestión del incidente» y que se haría justicia.
El FBI, en conjunto con la policía de Washington D.C., ha iniciado una investigación exhaustiva, tratando el caso como un posible ataque dirigido con motivaciones terroristas y antisemitas. Líderes estadounidenses, incluyendo al Secretario de Seguridad Nacional, han condenado los asesinatos y prometido que el responsable enfrentará todo el peso de la ley.
Implicaciones en un Contexto de Tensión Global
Este trágico suceso no puede ser visto como un acto de violencia aislado. Ocurre en un momento de máxima tensión global debido al conflicto en Gaza, y la identidad de las víctimas, junto con las proclamas del sospechoso, lo vinculan directamente a esta crisis internacional. Las repercusiones diplomáticas no se han hecho esperar, con condenas firmes por parte de Israel y Estados Unidos. La naturaleza del ataque y el lugar donde ocurrió –un evento de la comunidad judía– alimentan la preocupación por un aumento del antisemitismo a nivel global.
Más allá de las condenas inmediatas, este atentado podría tener consecuencias duraderas. Es previsible un significativo endurecimiento de las medidas de seguridad en las misiones diplomáticas israelíes y de otros países en todo el mundo. Asimismo, este acto de violencia podría exacerbar la polarización ya existente en Estados Unidos y otras naciones respecto al conflicto palestino-israelí, con el riesgo de un incremento en los delitos de odio. Organizaciones comunitarias y diplomáticas podrían también reconsiderar la viabilidad de realizar eventos públicos ante el temor a nuevos ataques, afectando el diálogo y la cohesión social.
La investigación se encuentra en sus etapas iniciales, y se esperan más detalles en las próximas horas.
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