El 16 de enero de 2025, un acuerdo histórico entre México y Estados Unidos suspendió temporalmente las deportaciones de migrantes mexicanos en la frontera. Esta decisión, que afecta principalmente a los cruces fronterizos de Piedras Negras, Coahuila, marca un giro importante en la política migratoria bilateral. Aunque la noticia ha sido recibida con cautela, tiene implicaciones significativas tanto para los migrantes como para las autoridades de ambos países.
El primer día sin deportaciones: Un hecho histórico
Durante el martes, 16 de enero, las deportaciones de mexicanos se suspendieron en la frontera norte de México, específicamente en el puente número dos de Piedras Negras. Armando Ignacio García Villarreal, secretario del ayuntamiento local, comentó que era el primer día sin deportaciones, lo que generó incertidumbre entre los habitantes y las autoridades. El gobierno municipal no ha recibido detalles completos de la decisión, pero se mantiene atento ante cualquier novedad.
“Hoy, por primera vez, no hubo deportaciones de connacionales desde el lado de la frontera sur,” expresó García Villarreal, añadiendo que esta medida también ha sido observada a lo largo de la frontera norte de México. Aunque el Instituto Nacional de Migración (INM) y las autoridades locales no tienen control total sobre la frontera, han coordinado esfuerzos con la Guardia Nacional para garantizar la seguridad y bienestar de los migrantes.
Centros de retorno humanitario: Un refugio temporal
Con el fin de gestionar el flujo migratorio y brindar apoyo a los migrantes, el gobierno federal y el estado de Coahuila han establecido dos centros de retorno humanitario en las localidades de Allende y Nueva Rosita. Estos albergues son fundamentales para recibir a los migrantes que no serán deportados durante la suspensión de deportaciones.
El secretario de ayuntamiento también destacó la colaboración entre las autoridades locales y federales para mantener un registro detallado de cada migrante que pase por los albergues, garantizando su seguridad mientras se definen sus siguientes pasos.
“Aunque no tenemos jurisdicción directa sobre los migrantes, nuestro objetivo es ayudar a organizar la información y asegurar que se cumplan las medidas de seguridad en Piedras Negras,” indicó García Villarreal.
El acuerdo binacional: Evitar el retorno al Río Bravo
Una de las razones clave detrás de la suspensión de deportaciones es el acuerdo binacional entre México y Estados Unidos, que estipula que los migrantes deben ser enviados a albergues ubicados a una distancia mínima de 100 kilómetros del Río Bravo. Esta medida tiene como objetivo evitar que los migrantes intenten regresar al lado estadounidense.
“No hay lugares en Piedras Negras para albergar a los migrantes debido a este acuerdo,” explicó el funcionario local. Esto significa que los centros de Allende y Nueva Rosita se han convertido en los puntos de referencia para aquellos que son detenidos durante este proceso. Las autoridades locales se aseguraron de que los migrantes tengan un espacio seguro mientras se resuelven sus casos.
Implicaciones a largo plazo para la migración
La suspensión de las deportaciones es una medida temporal, pero marca un precedente en la gestión de la migración en la frontera México-EE.UU. Aunque las autoridades no han especificado hasta cuándo durará este período, se especula que podría extenderse hasta que se logren acuerdos más permanentes entre los dos países.
Además, el hecho de que los albergues estén localizados fuera de las proximidades del Río Bravo sugiere un cambio en las políticas migratorias, que busca controlar los flujos migratorios sin dejar de lado la seguridad de los migrantes. Con esta nueva modalidad, ambos gobiernos podrían estar sentando las bases para un enfoque más humanitario y controlado de la migración en la frontera sur.
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