En la mañana del martes, un fuerte terremoto de magnitud 6.8 sorprendió a las regiones montañosas del norte del Himalaya, dejando una estela de destrucción y tragedia. El epicentro se localizó en Tingri, un pequeño condado chino, y el seísmo alcanzó la superficie con una profundidad de solo 10 kilómetros. En minutos, el impacto se extendió no solo en China, sino que también afectó a los países vecinos Nepal, Bután e India. A medida que la información llegaba, las autoridades confirmaron que el saldo era devastador: 126 personas perdieron la vida y 188 más resultaron heridas.
El epicentro y su impacto en el Tíbet
El epicentro del terremoto se situó en Tingri, un condado rural en la región del Tíbet, conocida como la puerta norteña hacia el Everest. A pesar de ser un área remota, su proximidad a lugares sagrados y a uno de los destinos más icónicos del mundo lo hace un punto de gran interés tanto para turistas como para locales. El sismo golpeó con una fuerza considerable a las 09:05 horas (hora local), causando la caída de edificios y generando pánico entre la población.
El impacto fue inmediato. Los habitantes de las aldeas cercanas, especialmente aquellos en áreas montañosas de difícil acceso, no tardaron en sentir las fuertes sacudidas que provocaron deslizamientos de tierra y avalanchas, especialmente en las zonas cercanas al Monte Everest.
El impacto en Nepal, Bután e India
El terremoto no solo afectó al Tíbet, sino que también sacudió áreas vecinas, generando alerta en varios países. En Nepal, los temblores se sintieron en siete distritos fronterizos con el Tíbet. Aunque la mayoría de los pueblos afectados son remotos y escasamente poblados, las autoridades locales temen que la cifra de víctimas aumente a medida que se logren acceder a zonas más aisladas.
En Bután, la capital Thimphu también experimentó el temblor, aunque hasta el momento no se han reportado víctimas o daños materiales. Por otro lado, en el estado de Bihar, India, las autoridades también se mantienen en alerta, vigilando posibles réplicas y evaluando los daños en las áreas cercanas a la frontera con Nepal.
Circulan más imágenes del devastador #terremoto de magnitud 7.1 que sacudió la región del #Tíbet, en #China. Lamentablemente, el desastre ha dejado un saldo de 53 personas fallecidas.
— Janeth León M (@janethleontv) January 7, 2025
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Rescate y ayuda internacional
Ante la magnitud de la tragedia, los esfuerzos de rescate han sido inmediatos. Más de 1,500 bomberos y trabajadores de rescate han sido enviados a las zonas afectadas en China, mientras que en Nepal se han movilizado equipos de seguridad para evaluar los daños. En total, más de 22,000 artículos de emergencia, como tiendas de campaña, abrigos y camas plegables, han sido enviados a las zonas más afectadas para garantizar un invierno seguro para los damnificados.
Además, el presidente chino, Xi Jinping, ha solicitado que se lleven a cabo todos los esfuerzos posibles para salvar vidas y ofrecer apoyo a los afectados por el desastre. La tragedia no solo ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de estas regiones, sino también la importancia de las acciones de rescate rápidas y efectivas en contextos tan desafiantes.
El terremoto y sus lecciones
Este terremoto, aunque devastador, nos recuerda la constante amenaza sísmica a la que están expuestas muchas regiones montañosas del mundo. La colisión de las placas tectónicas india y euroasiática es responsable de los frecuentes temblores en el Himalaya, y este evento no es el primero en la región. Sin embargo, la respuesta rápida y la solidaridad entre las naciones afectadas han sido clave para mitigar el impacto de esta tragedia.
A medida que las autoridades trabajan para rescatar a más personas y brindar ayuda a los sobrevivientes, el mundo observa atentamente, esperando que el apoyo internacional continúe fluyendo hacia las zonas más necesitadas.
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