Francia vive desde este viernes una segunda ola de calor que podría registrar hasta 41 grados centígrados, afectando principalmente el sur del país. Esta situación empeora la sequía vigente y aumenta el riesgo de incendios forestales, como el que cerca de Narbona ha consumido 17,000 hectáreas y causado una muerte, siendo uno de los más graves en décadas.
Las autoridades meteorológicas mantienen alerta naranja en 11 departamentos, con planes de ampliar la alerta a 17 más debido a las condiciones extremas que se extenderán hasta la segunda mitad de la próxima semana.
Impacto del cambio climático y preparación ante temperaturas extremas
Este fenómeno climático se suma a la tendencia mundial de olas de calor más intensas y frecuentes, alertada por científicos debido al cambio climático. Julio fue el tercer mes más cálido registrado globalmente desde la era preindustrial, con un aumento promedio de temperatura de 1.25ºC.
En ciudades como Lyon, los habitantes ya toman medidas para protegerse del calor extremo, mientras que sectores como la agricultura y la viticultura enfrentan amenazas crecientes por la falta de agua y el incremento de incendios.


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