En una mañana cargada de tensión diplomática, la Cancillería de Colombia confirmó que Daniel García-Peña, embajador en Estados Unidos, fue llamado a consultas por orden del presidente Gustavo Petro. La noticia cayó como una bomba política en medio de un nuevo enfrentamiento verbal entre Bogotá y Washington.
El hecho ocurre tras las duras declaraciones de Donald Trump, quien acusó a Petro de ser un “líder del narcotráfico” y de fomentar la producción masiva de cocaína en Colombia.
De acuerdo con fuentes oficiales, García-Peña ya se encuentra en Bogotá para atender las directrices del presidente, mientras la Cancillería evalúa los pasos diplomáticos a seguir.
Un nuevo capítulo en la relación bilateral
No es la primera vez que Gustavo Petro llama a consultas al embajador en Washington. En julio de 2025, ya había tomado una decisión similar luego de que la Casa Blanca retirara a su encargado de negocios tras acusaciones del mandatario colombiano sobre presuntas injerencias de funcionarios estadounidenses en el asesinato de Miguel Uribe Turbay.
Aunque Petro se retractó de aquellas declaraciones, la relación entre ambos países ha transitado por un terreno inestable, donde la cooperación antidrogas se mezcla con tensiones políticas y narrativas cruzadas.
La reacción de la Cancillería y el mensaje a Washington
En respuesta a los ataques de Trump, la Cancillería colombiana calificó las declaraciones como “ofensivas” y “desobligantes”, subrayando que representan una “amenaza directa a la soberanía nacional”.
El Ministerio de Relaciones Exteriores recordó que el gobierno de Petro ha logrado “las mayores incautaciones de drogas ilícitas de la historia reciente” y que su política de drogas se centra en la sustitución de cultivos, el desarrollo rural y la reducción del daño social, no en la persecución militarizada de campesinos.
Además, la Cancillería advirtió que Colombia no permitirá la injerencia extranjera ni la manipulación de la cooperación internacional como herramienta de presión. Según el comunicado, cortar los apoyos económicos al país sería “una victoria para las redes transnacionales del narcotráfico y una pérdida para toda la región”.
De la diplomacia al discurso político
Las palabras de Trump no solo agudizan el conflicto diplomático, sino que también tienen un impacto interno en la política estadounidense. Analistas señalan que el exmandatario utiliza el tema del narcotráfico para reforzar su discurso electoral, culpando a gobiernos latinoamericanos de la crisis de opioides y violencia en EE. UU.
Para Colombia, el reto será mantener la cooperación bilateral sin ceder ante presiones políticas. Petro ha insistido en que su política exterior busca la soberanía, la justicia social y la paz total, pilares que ahora se ponen a prueba en el escenario internacional.
Una relación que busca equilibrio
El llamado a consultas del embajador García-Peña podría interpretarse como una señal de advertencia, pero también de firmeza. Colombia se presenta ante el mundo como un socio estratégico, no un subordinado.
En los próximos días, el gobierno de Petro anunciará si mantiene a García-Peña en Washington o si redefine su representación diplomática ante Estados Unidos, en lo que podría ser una de las decisiones más sensibles del año para la política exterior colombiana.
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